Naciones Unidas. Un bombardeo israelí mató este viernes a al menos catorce personas a las afueras de Beirut, entre ellos varios presuntos altos mandos del grupo chií libanés Hizbulá, en el tercer gran golpe que el Estado judío asesta al Líbano esta semana..

El Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés elevó a 14 la cifra de personas fallecidas hasta el momento en el ataque, en el que resultaron heridas 66 personas que fueron trasladadas a diferentes hospitales, entre ellas nueve que se encuentran en estado “crítico”.

“Las labores de desescombro continúan en marcha hasta el momento”, agregó la nota, que detalló que “los equipos de rescate que trabajan sobre el terreno prevén que haya más muertos bajo los escombros”.

El bombardeo tuvo como objetivo un edificio residencial en los suburbios sur de Beirut, conocidos como el Dahye y un importante bastión del grupo chií libanés Hizbulá. Este ataque contra el suburbio sur de Beirut se trata de una operación selectiva del Ejército de Israel, que posteriormente confirmó la muerte del jefe de Operaciones militares de Hizbulá, Ibrahim Aqil, junto a otros miembros de las fuerzas de élite Radwan, en el bombardeo.

Según el Ejército israelí, todos ellos “estaban planeando el ataque la ‘Conquista de Galilea’, con el que Hizbolá pretendía infiltrarse en comunidades israelíes y asesinar a civiles inocentes”, se indica en el comunicado militar, que señala a Aqil como el cabecilla de este plan.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) urgió a la máxima moderación entre Israel y el Líbano. “La región está al borde de una catástrofe. Todos los esfuerzos deben centrarse en encontrar una solución diplomática”, dijo a la prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.

El vocero instó a las partes a volver de inmediato al cese de las hostilidades y aplicar plenamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que exige además la retirada de Israel de territorio libanés. La alerta fue emitida poco antes de que el Consejo de Seguridad se reuniera para analizar la crisis con la participación del ministro de Asuntos Exteriores del Líbano, Abdullah Bou Habib; la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, y el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk.

Líbano

El ministro libanés de Exteriores, Abdala Bouhabib, afirmó en la ONU que lo que Israel pretende en su país es repetir el modelo de la guerra en Gaza y traer “miseria, extremismo y destrucción” al pueblo libanés. El ministro se desplazó a Nueva York para participar en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad -solicitada por su país a través de Argelia- que tratase los ataques de los últimos días atribuidos a Israel y que han dejado medio centenar de muertos en tres días, mediante explosivos escondidos en dispositivos electrónicos y con el bombardeo sobre un barrio de Beirut.

Israel

El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, se jactó e del bombardeo israelí contra el sur de Beirut que mató a catorce personas porque con él consiguió eliminar al comandante de Hizbulá Ibrahim Aqil, “uno de los hombres más buscados del globo”, en unas declaraciones en la entrada del Consejo de Seguridad. Danon atribuyó a Aqil un papel en el bombardeo de la embajada de EE.UU. en Beirut en 1983, que acabó con la vida de 83 estadounidenses, y “su responsabilidad por el asesinato de cientos de estadounidenses e israelíes.

EE. UU. reclama contención a las partes

El representante adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Robert Wood, pidió contención a las partes en Oriente Próximo durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre las últimas explosiones de miles de dispositivos de comunicación en Líbano.

“Es imperativo que, incluso cuando haya nuevos hechos sobre los últimos incidentes, en los que, reitero, Estados Unidos no jugó ningún papel, todas las partes se abstengan de cualquier acción que pueda hundir a la región en una guerra devastadora”, ha dicho. De igual forma, el representante estadounidense ha instado a las partes a “cumplir con el Derecho Humanitario” y a adoptar “todas las medidas” necesarias a fin de “minimizar el daño a los civiles”, especialmente en zonas “densamente pobladas”.
Wood ha resaltado que un conflicto mayor en Oriente Próximo “no es deseable ni inevitable”. Asimismo, ha explicado que durante los últimos once meses la población libanesa ha sufrido las “consecuencias devastadoras” de las hostilidades. En este sentido, ha precisado que más de 100,000 libaneses y más de 65,000 israelíes han quedado desplazados por el fuego cruzado entre las partes.

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