Washington. El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió a su país que se una para hacer frente al supremacismo blanco.
En un mensaje dirigido a ciertos sectores del Partido Republicano, avisó que quienes guardan silencio ante ese tipo de violencia se convierten en “cómplices”.
“El mal no ganará. No ganará y los supremacistas blancos no tendrán la última palabra”, prometió el mandatario, rodeado de activistas, líderes religiosos y víctimas de las armas.
Biden dio un emocionante discurso en una cumbre organizada por la Casa Blanca para buscar soluciones a la violencia que desgarra al país y que sirvió para identificar el supremacismo blanco como una de las mayores amenazas para la democracia, cuando quedan apenas dos meses para las elecciones legislativas. “No hay sitio en Estados Unidos para el supremacismo blanco”, sostuvo.