Jerusalén. La policía israelí recomendó ayer martes encausar a Benjamin Netanyahu bajo los cargos de soborno y abuso de confianza en un par de casos de corrupción, lo que constituye un fuerte golpe al primer ministro que probablemente alimentará las exigencias para que renuncie.
Netanyahu ha rechazado airadamente las acusaciones, entre ellas haber aceptado casi 300,000 dólares en regalos de un par de multimillonarios. El primer ministro acusó a la policía de efectuar una cacería de brujas, y aseguró que permanecerá en el cargo.
“Continuaré dirigiendo el Estado de Israel en forma responsable y leal mientras ustedes me elijan para que los conduzca”, afirmó Netanyahu en un discurso con el rostro demacrado. “Tengo la seguridad de que la verdad saldrá a la luz. Y tengo la seguridad de que también en las próximas elecciones ganaré de nuevo su confianza con la ayuda de Dios”.
