Kiev/Moscú. El ejército ruso redobló sus ataques para envolver a las tropas ucranianas que defienden el estratégico bastión de Avdivka, la llave del sur del Donbás, batalla de la que depende también el éxito de la contraofensiva ucraniana hacia el mar de Azov.

“Los objetivos del enemigo son muy primitivos. (El presidente ruso, Vladímir) Putin necesita como sea (…) alguna clase de resultado positivo, ya que durante mucho tiempo inflaron” la situación en el frente, comentó hoy a la televisión Mijailo Podoliak, asesor de la Presidencia ucraniana.

Mientras, Ucrania entró el domingo oficialmente en horario de invierno, sinónimo de bajas temperaturas, caminos intransitables y problemas logísticos para ambos bandos.

Según los medios, seis brigadas motorizadas rusas fuertemente equipadas y acompañadas de aviación -un Su-25 fue derribado por los ucranianos el domingo- y artillería pesada, participan en esta ofensiva desde hace tres semanas. “Utilizan ataques frontales. Incluso intentan minimizar la pérdida de equipos militares, ya que estos valen algo, mientras la vida humana…”, explicó Podoliak.

Ucrania pasa al horario de invierno

La adopción en la madrugada de ayer del horario de invierno en Ucrania es un aviso de que el tiempo corre en contra de las ofensivas de ucranianos y rusos.

La pérdida de Avdivka, situada a escasa distancia del aeropuerto de Donetsk, sería mucho más importante que la derrota en Bajmut, la ciudad tomada en mayo por los mercenarios rusos del Grupo Wagner. Por eso, dos brigadas ucranianas motorizadas que combatieron en Zaporiyia han sido movilizadas para evitar su caída. Los expertos advierten de que la derrota en esta batalla bloquearía a las tropas ucranianas en el sur y convertiría en papel mojado los avances territoriales en el norte.

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