Kabul, 5 jun (EFE).– UNICEF pidió este lunes protección para las afganas tras el supuesto envenenamiento de más de 80 niñas en dos colegios de primaria en el norte de Afganistán, al tiempo llamó a los talibanes a investigar el incidente para que los responsables rindan cuentas.
“UNICEF cuenta con las autoridades de facto para investigar este incidente a fondo, para hacer todo lo posible por mantener a las niñas y mujeres seguras y, si hay un juego sucio, para que los perpetradores rindan cuentas”, afirmó la agencia de la ONU en Twitter.
El organismo defendió que los colegios “deben ser refugios de seguridad” y sostuvo que las mujeres “deberían poder trabajar sin poner en peligro sus vidas”, en referencia a la decena de adultos, en su mayoría maestras, que también resultaron envenenadas el pasado fin de semana en dos incidentes que las autoridades están investigando.
Hasta 56 de las alumnas de primaria fueron envenenadas el pasado sábado, además de tres maestras, un profesor, dos conserjes y un padre en una escuela de la provincia norteña de Sar-e-Pul, dijo a EFE el director de información provincial, Mufti Ameer.
En esa misma región, otras 26 estudiantes y cuatro profesoras fueron también envenenadas al día siguiente, añadió Ameer.
La educación secundaria y superior femenina está prohibida por los talibanes, en el marco de una amplia serie de prohibiciones contra las mujeres que adoptaron los fundamentalistas desde su ascenso al poder el 15 de agosto de 2021.
Entre las numerosas restricciones se incluyen la obligatoriedad de llevar el rostro cubierto, la segregación por sexos y precisar del acompañamiento de un miembro masculino de su familia para viajar.
A esa serie de decisiones se sumó el pasado diciembre el veto a que las mujeres trabajasen en las organizaciones no gubernamentales, que fue duramente condenado por la comunidad internacional.
Agencias de la ONU en Afganistán y distintos organismos internacionales condenaron con severidad esta prohibición, que afectó considerablemente a los proyectos de ayuda que desarrollan en el país, ante el riesgo de que agravase la crisis humanitaria que viven la ciudadanía afgana. EFE