CANCÚN, México (AP) — La canciller venezolana Delcy Rodríguez abandonó una reunión de diplomáticos de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se dieron cita el lunes con la mirada puesta en la crisis del país sudamericano, que el mismo día fue escenario de nuevas protestas antigubernamentales que dejaron un joven fallecido por disparo de arma de fuego.
La reunión de la OEA en Cancún, México, concluyó sin alcanzar una resolución para tratar de frenar las acciones más radicales del presidente Nicolás Maduro.
Antes de salir, Rodríguez dijo que no reconocía la reunión ni la resolución que pudiera derivarse de ésta. Agregó que otros miembros de la OEA, además de Venezuela, están considerando dejar el organismo. No precisó cuáles. Hasta el momento, su país ha recibido apoyo de Nicaragua, Bolivia y Ecuador.
Algunos países se mostraron esperanzados ante la posibilidad de que el lunes se alcanzara un pronunciamiento para frenar la crisis venezolana. Cerca de 70 personas han fallecido, más de 1.300 han resultado heridas y miles han sido detenidas durante más de dos meses de protestas.
El fracaso para reunir los votos necesarios y alcanzar una resolución se debió a una propuesta que pedía al presidente Maduro “reconsiderar” su llamado a reescribir la constitución cuando miles de venezolanos han tomado las calles para exigir elecciones que pongan fin a su gobierno.
La propuesta tuvo 20 votos a favor, cinco en contra y ocho abstenciones. Venezuela se contó ausente, pero de acuerdo a reglas especiales para la sesión, se necesitaban más votos a favor para la aprobación.
La resolución además habría llamado a terminar con la violencia y a que Maduro respetara la separación de poderes. Ha sido criticado por subyugar el poder judicial y los poderes electorales aún cuando perdió control en la legislación del país.
El subsecretario de Estado estadounidense, John J. Sullivan, dijo “pensamos que tendríamos un acuerdo así hoy”. Sullivan hizo notar que la resolución se habría aprobado si la reunión se hubiera sostenido en la sede de la OEA, donde las reglas son distintas.
Por su parte, el canciller mexicano Luis Videgaray lamentó no haber logrado un acuerdo. “Mientras nosotros aquí somos incapaces de llegar a un acuerdo, en las calles de Caracas y en muchas otras calles y en muchas otras ciudades de Venezuela, hoy día, mientras estamos aquí, continúa la violencia. Hoy otra vez se reportan muertos”, dijo.
Mientras la reunión se llevaba a acabo, en una manifestación en el este de Caracas resultó herido Fabián Urbina, de 17 años, por un disparo de bala que recibió en tórax y murió poco después en una clínica, indicó la Fiscalía General. Otras cuatro personas también resultaron lesionadas por disparo de bala.
El diputado opositor José Miguel Matheus responsabilizó a militares de la muerte de Urbina y dijo a The Associated Press que “hay videos que son muy elocuentes en los que se ve a la Guardia Nacional Bolivariana disparando”. Matheus indicó que en las próximas horas la oposición acudirá a la Fiscalía General para presentar una denuncia genérica por el “uso de armas de fuego en el control de manifestaciones pacíficas”, que sostuvo que va en contra de las leyes venezolanas.
Horas después, el ministro de Relaciones Interiores de Venezuela, mayor general Néstor Reverol, confirmó en su cuenta de Twitter que ese hecho “resultaron varias personas heridas y un fallecido por arma de fuego». En la principal hipótesis dentro de la investigación, dijo, «se presume el uso indebido y desproporcionado de la fuerza».
La reunión de la OEA en Cancún es la más reciente de una serie de reuniones diplomáticas entre funcionarios de alto nivel para discutir la crisis de Venezuela.
“El objetivo del gobierno ahora está claro: remover lo que resta de las autoridades elegidas libremente en la asamblea nacional y reemplazarlas con un títere”, dijo a periodistas Michael Fitzpatrick, subsecretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, faltó a la reunión.
Venezuela ha tenido que lidiar con una crisis económica, una creciente inflación y desabastecimiento de alimentos y medicinas, lo que ha desencadenado descontento contra el gobierno de Maduro. El presidente ha acusado a sus opositores a sabotear el país a través de una guerra económica y protestas.
El lunes más temprano, decenas de oficialistas se enfrentaron a golpes y empujones con un grupo de opositores que se concentró frente a la Fiscalía General para expresar su respaldo a Luis Ortega Díaz, que ha sido objeto de fuertes críticas de parte de algunas figuras del gobierno a raíz de su distanciamiento de la administración del presidente Nicolás Maduro.
Su esposo, el congresista del partido oficialista Germán Ferrer, dijo que su familia ha recibido amenazas recientemente, pero que a pesar de este acoso Ortega Díaz no piensa abandonar Venezuela. «A ella no la amedrentan, sino todo lo contrario. Sencillamente le da mucho más fortaleza en el sentido de seguir por la senda de la legalidad que ha asumido», dijo Ferrer a The Associated Press
