Un día como hoy de 1963 se llevó a cabo uno de los eventos más trascendentales de la historia política moderna de la República Dominicana: el Golpe de Estado a Juan Bosch.
Hoy, 25 de septiembre se cumplen 61 años de un derrocamiento que puso fin a siete meses de un gobierno democrático que se encaminaba al encauzamiento hacia las libertades y reivindicaciones sociales en un país que empezaba a reponerse de la opresión trujillista. El laureado historiador y periodista Miguel Guerrero documenta en su libro “El golpe de Estado”, los detalles de este acontecimiento histórico que recogemos a modo de resumen en este artículo. El 20 de diciembre de 1962, el pueblo dominicano fue convocado a las urnas en unas históricas elecciones en las que resultó electo el profesor Juan Bosch por un período de cuatro años.
Bosch, fundador y para ese entonces candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), obtuvo una contundente victoria con el 58.7% de los votos, muy por encima de su principal opositor, Viriato A. Fiallo, de la Unión Cívica Nacional, que alcanzó apenas el 30.1% de los resultados. Unas de las primeras medidas de su Gobierno, que le generó muchas críticas, fue el anuncio de un programa de austeridad nacional para equilibrar la economía que llevó a un reajuste presupuestario. Este malestar sumado a las voces que tildaban a Bosch de comunista y de intentar implementar un plan para adoctrinar en el comunismo a las Fuerzas Armadas sentaban las bases que avizoraba una profunda crisis.
Los meses y días previos al derrocamiento se vieron matizados por enfrentamientos y una tensa relación con el Gobierno haitiano.
En el resumen del capítulo 8 del libro “Un Golpe de Estado”, el investigador Miguel Guerrero narra que “la situación dio un giro brusco el lunes 23 de septiembre, tan grave que pondría al país al borde de una confrontación bélica con Haití”
Poco después del mediodía, Radio Santo Domingo difundió un primer boletín oficial informando de un ultimátum de tres horas del Gobierno dominicano al presidente haitiano François Duvalier para que cesara la agresión, cuenta el connotado periodista.
Este repentino estallido no era fortuito. Según narra Guerrero, En las primeras horas de la mañana del 26 de abril, durante el período escolar, un automóvil de la Presidencia dejó a los dos hijos de Duvalier -Jean Claude y su hermana mayor Simone, de dieciséis años-a la entrada del colegio metodista de Puerto Príncipe. “En el trayecto de vuelta, los guardaespaldas son asesinados en una emboscada. Duvalier estalla de ira. Cree que se trata de un complot fallido para secuestrar a sus hijos y obligarlo a dimitir. Haití atraviesa una grave crisis política. Las sospechas de Duvalier se centran sobre un joven oficial, el teniente François Benoit, quien tenía ya dos días refugiado en la embajada dominicana cuando estos sucesos sacuden la capital haitiana. “Más tarde, las tropas penetran violentamente la cancillería de la embajada, situada en un edificio nuevo en la carretera de Delmas, en un punto entre Puerto Príncipe y Pétionville.
Realizan un registro y no encuentran nada. De ahí parten hacia la residencia del embajador, donde se halla Benoit y otros veintiún refugiados, algunos desde hace varias semanas. Los Tonton Macoutes rodean la embajada, hacen caso omiso de las protestas del Encargado de Negocios dominicano e instalan nidos de ametralladoras en los alrededores, cortando el acceso a la residencia”, agrega.
El golpe de Estado desató una etapa de inestabilidad
Según Guerrero, el golpe se produjo entre la noche del 24 y la madrugada del 25 de septiembre de 1963, en medio de infructuosas gestiones para convencerlo de echar atrás la destitución del coronel Elías Wessin, que sirvió luego de pretexto para la acción. “Al hecho siguió una etapa de inestabilidad política, económica y social que provocó casi dos años después un contragolpe militar que degeneró en una revuelta popular y una masiva intervención militar norteamericana”.