La crisis financiera y administrativa por la que atraviesa la empresa minera Falconbridge Dominicana, que ha llevado a la paralización de sus operaciones, siembra incertidumbre en la provincia Monseñor Nouel, de donde proviene cerca del 80 % de sus empleados.

Y es que el eventual cierre definitivo o prolongación de la interrupción de las labores en Falcondo, conllevaría al derrumbe de la economía local de la provincia norteña, con réplicas directas en el producto interno bruto nacional y en el sector exportador.

La ralentización de las operaciones, que lleva cerca de dos meses, el retraso en el pago del sueldo 13 y la inesperada renuncia del presidente de Falconbridge, Ioannis Moutafis, alimentan el temor de cancelaciones masivas en la productiva provincia que vive fundamentalmente de la minería y la agropecuaria.

De acuerdo con Valentín Ramírez, secretario del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Falconbridge Dominicana (Sutrafado), la empresa de capital privado, lleva aproximadamente 64 días sin producir.

Asegura que esta situación de inestabilidad no es por falta de mineral o porque haya un desplome en los precios del níquel, sino por un conflicto financiero entre los accionistas. Al ponderar el impacto en el personal, indicó que están en juego los ingresos de 1,047 empleados directos y cerca de 900 contratistas, sin contar los indirectos que genera la actividad minera en la zona. “Es un impacto bastante amplio, porque no son solo los empleados directos ni los contratistas los que sufrirían, también muchos empleados que tienen, por ejemplo, empleada en sus casas, también los negocios se ven afectados. Sufriría la provincia, el país, el Gobierno porque se les paga impuestos bastantes sustantivos” advirtió el sindicalista.

Destaca que, exceptuado una plantilla de 20 empleados, todo el personal tiene aproximadamente un mes en sus casas, sin una explicación convincente que les dé seguridad de su permanencia en la empresa.
Según dijo, solo un grupo que fluctúa entre 15 o 20 personas, ofrecen sus servicios en la planta en turno rotativo mañana, tarde y noche, en áreas como planta eléctrica y combustibles.

“Hay un personal que es requerido donde se necesita para por lo menos darles un mantenimiento a los motores que deben estar en rotaciones”, sostuvo.

“Hay suspenso entre los trabajadores porque esta situación es preocupante porque se espera una noticia negativa más que positiva, aunque estén cobrando sus sueldos en sus casas”, dice acerca de los crecientes rumores de un cierre definitivo. Agrega que partiendo de que “casi todos los empleados, como contratistas son de la provincia, se sentiría el golpe si esta empresa cierra sus puertas”.

Ante la expectativa que genera la paralización de las operaciones, una comisión de trabajadores semanalmente se reúne con representantes de la empresa. “La respuesta que tenemos es que en su momento está situación se va normalizar, que la empresa va a volver a producir”, informó el secretario de Organización del sindicato.

La empresa Falcondo atribuye esta suspensión a trabajos de mantenimiento, pero esta explicación no parece convencer a los empleados. Al respecto, Rafael (Pepe) Abreu, presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), exhortó al Gobierno central a garantizar los derechos fundamentales de estos trabajadores. Asimismo, abogó por una salida inteligente a la situación a los fines de que se mantengan las operaciones de Falcondo.

Cese de operaciones en Falcondo impacta en la economía y en el personal.

Exportación ferroníquel iba en pleno crecimiento

Desde su instalación en la República Dominicana, Falconbridge ha vivido buenas y malas temporadas, con distintos dueños. Pero las circunstancias actuales que llevaron a esta suspensión de labores no dejan de sorprender a muchos, porque aparentemente la empresa estaba en un buen momento a juzgar por los números presentados. Hasta el año pasado, Falcondo se encontraba produciendo a capacidad completa, con un 100% de las operaciones y aprovechando las alzas internacionales en el precio del níquel, luego de haber operado con limitaciones en los últimos diez años.

De hecho, según estadísticas presentadas por ProDominicana, la exportación de ferroníquel en el año 2022 fue de 536 millones de dólares, quedando esta actividad en tercer lugar de los productos con mayor crecimiento después de instrumentos de medicina y de teléfonos inteligentes. Para el año pasado, la empresa estimó una producción cercana a las 30,000 toneladas de unidades de níquel. Según las informaciones publicadas en el portal de la compañía, Falcondo cuenta con una fuerza laboral de 1215 empleados directos, y más de 800 empleados contratistas. El 89% de proviene Monseñor Nouel y La Vega.

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