Peregrinaciones hacia el Santo Cerro se intensifican para honrar a la patrona del pueblo dominicano

La comunidad del Santo Cerro, privilegiada por acunar el Santuario Nacional Nuestra Señora de las Mercedes, vive una nueva fiesta de la fe en esta patronales 2019, con la llegada de creyentes que llegan para cumplir una promesa por favores recibidos, por devoción o para implorar algún milagro. Las peregrinaciones se intensifican previo a este 24 de septiembre, día que honra a la patrona del pueblo dominicano.

“Aquí vienen personas a nivel nacional e internacional, y dominicanos que viven en el extranjero procuran estar en el país para la fiesta, de tal manera que es una experiencia hermosa ver cómo la gente manifiesta el amor a la madre de Dios bajo la advocación de la Virgen de las Mercedes por algún favor recibido, por alguna sanación de un familiar o de sí mismo, por la liberación de una persona que haya estado presa o bajo algún vicio”, sostiene el padre Blas Castro Sánchez, vicario del Santuario Nacional Nuestra Señora de las Mercedes.

Por lo regular, el santuario abre sus puertas a las 5:30 de la mañana hasta las 6 de la tarde durante todo el año para recibir a los peregrinos, pero para las fiestas de las Mercedes, sus puertas permanecen abiertas hasta las diez de la noche, excepto desde el día 22, cuando comienzan a llegar peregrinos que amanecen en sentido de penitencia.

Origen de la devoción

El origen de la devoción a las Mercedes se remonta a España, y llega al país cuando los reyes le obsequiaron al almirante Cristóbal Colón una virgen como detalle por el descubrimiento de América, en su segundo viaje en 1495 la trae al cerro, donde plantó una cruz de níspero, -cuyo hoyo aún se conserva-, y se comienza a venerar la Santa Cruz como un signo de la evangelización de la isla.

“Desde aquella fecha data la devoción, pero resulta que cuando el obispado de La Vega fue suprimido, se llevó a Santo Domingo lo que quedaba de la cruz porque la gente se la fue llevando pedacito a pedacito para hacer té, ya que le atribuían poderes, luego unos padres mercedarios son los que vuelven a ingresar la devoción aquí en La Vega”, explica el padre Blas. El vicario relata que en el 1616 se declara la Virgen de las Mercedes patrona de La Isla, y en el siglo XVIII los sacerdotes mercedarios vuelven a fomentar la devoción a la virgen en el Cibao en el Santo Cerro. Para finales del siglo XVII se celebraban allí dos fiestas: la fiesta de la Santa Cruz el 3 de mayo y la fiesta de la Virgen María el 8 de septiembre, instaurándose para finales del siglo XVIII la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes para el 24 de septiembre.

Donde hoy día está el santuario, había una pequeña ermita en el convento de las Hermanas Mercedarias hacia el año 1525. Esta colapsó en el año 1842 con un gran terremoto en La Vega vieja; en el año 1869 ya lo habían remodelado pero una fuerte tormenta volvió y lo derrumbó y fue en el año 1880 cuando monseñor Roque Cochía, obispo italiano mandó al arquitecto santiaguense Onofre de Lora que construyera el santuario, cuya estructura, vista desde lo alto, simula una cruz.

En su infraestructura tiene muros de ladrillos, de los restos de La Vega Vieja. En su interior se destacan detalles en madera tallada, en su cúpula aparecen pinturas alegóricas a los evangelistas Lucas, Marcos, Mateo y Juan, obra del artista vegano, Enrique García Godoy en 1920. “Encontramos en el santuario la nave con una capacidad para algunas quinientas personas, al fondo encontramos la pintura de la anunciación de Santa María, a la derecha encontramos el nacimiento, encima los ángeles custodiando, en el mismo fondo encontramos a la madre, la representación de la Virgen de las Mercedes, debajo de la virgen está el Santísimo”, detalla el padre Castro Sánchez. Una vez dentro del templo, a mano derecha se encuentra el santo hoyo, donde el almirante Cristóbal Colón en 1495 plantó la cruz construida del árbol de níspero.

Miles acuden cada año a rendir culto a la Virgen de las Mercedes.

Aquí se recogen diversas historias de fe

Detrás del santuario fue levantado en el 2012 el monumento de Luz del Mundo, una gigantesca cruz construida en piedra coralina, con un corazón que simboliza el amor, una iniciativa del Ministerio de Turismo y la Diócesis de La Vega. “Es una obra de arte muy hermosa que se aprecia desde Moca, San Francisco, y desde el pie del cerro y todas las zonas aledañas. Simboliza esa cruz que plantó el almirante Cristóbal Colón, considerada como un signo de la evangelización de la isla”, explica el vicario.

Dentro del mismo santuario se encuentra la tumba del padre Fantino, misionero que vino al país desde España, quien hizo significativos aportes para fomentar el cristianismo. Estas y otras historias de la fe católica se pueden vivir y tocar en este templo.

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