El tema de la solicitud de la interpelación al pleno de la Cámara de Cuentas por realizarse un aumento salarial, marcó el inicio de la sesión de ayer de la Cámara de Diputados, donde aún no se sabe cuándo será conocido en el órgano legislativo.
Los diputados de la oposición, Robinson Díaz por el Partido Revolucionario Moderno y Pedro Botello por el Reformista, pidieron por separado al pleno de la Cámara Baja, modificar la agenda del orden del día para que la solicitud fuera conocida ayer.
Esto provocó que el presidente del órgano, Rubén Maldonado, respondiera enérgicamente a ambos legisladores que ya la agenda estaba aprobada y que los diputados, incluyendo sus respectivas bancadas, votaron por ello.
Robinson Díaz acusó a la comisión coordinadora de la Cámara de hacer la agenda del día de manera antojadiza excluyendo el tema. “Parece que la importancia que tenía el tema no fue tan relevante que la comisión coordinadora no lo vio o no entendió que esto es un tema de nación y un tema de momento. Al ver la agenda, con puntos que son importantes para el que lo propone, pero irrelevante para el país, diría yo que fue una agenda mal hecha”, sentenció el diputado.
Botello llamó al Congreso a asumir su rol como fiscalizador. “Debemos interpelarlos, acusarlos ante el Senado y que sean destituidos estos funcionarios que de manera descarada se han burlado de quienes los han colocado en ese puesto”, dijo.
Aprueban proyecto prohíbe uniformes domésticas
Los diputados aprobaron en primera lectura el proyecto de ley que busca regular el uso de uniformes de trabajadoras domésticas en lugares públicos.
El proponente Gustavo Sánchez, expresó que la iniciativa busca eliminar rasgos de discriminación que se dan, cuando a las domésticas se les obliga llevar el uniforme en lugares externos.
“La Constitución reconoceel trabajo en el hogar como una actividad económica que crea valor agregado y bienestar social”, sostuvo.
