Residentes del sector protestaron ayer con tanques vacíos para que la Caasd envíe el agua que no llega desde febrero. Félix de la Cruz
Residentes del sector protestaron ayer con tanques vacíos para que la Caasd envíe el agua que no llega desde febrero. Félix de la Cruz

La última vez que los residentes del sector Pueblo Nuevo de Los Alcarrizos recibieron agua fue en febrero, y desde entonces han tenido que recurrir a comprar el líquido para tenerlo en sus casas y negocios.

La situación de carestía está afectando desde hace semanas a quienes viven entre las calles 16 y 22 de la zona, que están pagando hasta 2 mil 500 pesos por agua, porque la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) tampoco está llevando el servicio gratuito a través de los camiones cisterna que habilitaron para enfrentar la sequía estacional.

Así lo informó Sandra Armand, que declaró a este medio que en más de 40 años residiendo en la comunidad nunca habían vivido algo similar.

La señora destacó que para tener el preciado líquido están hasta usando el dinero que tienen para medicamentos y pagar el alquiler, en la compra de camiones que mientras más se profundiza la escasez aumentan el costo de sus servicios.

“Pedimos que una vez por semana se nos haga llegar agua para uno abastecerse (…), trabajo en un centro educativo y he comprado tres camiones para el colegio y eso excede el presupuesto que tiene toda institución y toda familia”, expresó.

El déficit de agua también está atacando a María Candelaria Valerio, que declaró que está pasando un mal momento porque no puede ni siquiera higienizar su vivienda ni lavar la ropa.

“Estamos sufriendo y pasando trabajo”, resaltó la dama, que aseguró que el agua que reciben de los camiones no es apta para el consumo humano porque la sacan de ríos y pozos contaminados.

Lourdes Río también señaló que necesitan el líquido a través de las tuberías de la Caasd, porque la que están comprando está causando prurito acuagénico o comezón en la piel.

“No podemos estar en eso, nos están dando agua del río Ozama para matarnos”, expuso.

Otra que tiene dificultades para realizar sus tareas diarias es Joselyn Veloz, quien indicó que no puede continuar comprando agua por la falta de recursos.

“Estamos pasando demasiado trabajo”, reveló la joven que se sumó al llamado de otros comunitarios para que las autoridades abran la llave por la cual la localidad tiene acceso al líquido.

La República Dominicana está pasando por un momento de sequía producto del fenómeno del Niño, que suele disminuir las lluvias y subir los niveles de temperatura.

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