Tras criticar las acciones del Gobierno en lo que respecta a la política migratoria de deportaciones a ilegales, la Compañía de Jesús en la República Dominicana recomendó a las autoridades dominicana poner en marcha un política integral que incluya un proceso de regularización serio, transparente y justo para aquellos migrantes que, con su trabajo, contribuyen a sectores vitales de la economía.
De acuerdo con los jesuitas, este plan es una impostergable necesidad y afirman que esta política debe trascender las respuestas coyunturales y punitivas para abrazar una visión de Estado a mediano y largo plazo. A su juicio, ese proceso de regularización debe ir enfocado a los que aportan a la economía en sectores como el agropecuario y la construcción (que en su mayoría son nacionales haitianos).
En un comunicado enviado a los medios de comunicación, la Compañía de Jesús en la República Dominicana critica que las medidas migratorias del Gobierno, que empezaron con la deportación de 10 mil extranjeros de manera irregular cada semana “se han focalizado de manera violenta en la población de origen haitiano, como desgraciadamente era de esperar”. Dice que esto contraviene con los principios de justicia y humanidad que deben regir a toda nación.
Hace cuatro propuestas
La Compañía de Jesús en República Dominicana apuntó que en reportes continuos de los medios de comunicación se entera de supuestos abusos en los procesos de interdicción y repatriación -como detenciones arbitrarias de dominicanos de color, trato indigno y falta de respeto al debido proceso- que le alarma y le insta a levantar “la voz en defensa de la dignidad de cada persona, independientemente de su estatus migratorio o de su adscripción étnica”.
Frente a la situación antes descrita los jesuitas proponen cuatro acciones que deben ser aplicadas. La primera, un eficaz control fronterizo, concebido no solo desde una perspectiva militar, sino coordinado con el desarrollo regional y que distinga entre la coyuntura de crisis haitiana.
En segundo lugar, sugieren la persecución y sanción a los traficantes de inmigrantes irregulares y a quienes manejan la trata de personas por considerar esto como un crimen “abominable”.
Como tercera propuesta, piden la regulación, documentación y contratos de trabajo de los inmigrantes laborales, especialmente en sectores clave como el agropecuario y la construcción, y que se faciliten mecanismos ágiles.
Modernizar los marcos de la gestión migratoria
Una cuarta recomendación formulada por los jesuitas es la modernización institucional de la gestión migratoria, en un proceso que incluya una mejor articulación y profesionalización de los recursos humanos de la Dirección General de Migración (DGM) y del Instituto Nacional de Migración (INM), así como una activación más regular y efectiva del Consejo Nacional de Migración (CNM), con una agenda a mediano y largo plazo.