Director del Instituto Nacional de Migración considera hay que trabajar en formalización de contratos de inmigrantes

Ante el crecimiento y la diversificación de la mano de obra haitiana en la República Dominicana, el director del Instituto Nacional de Migración abogó por una mayor transparencia y voluntad para la formalización de los contratos entre trabajadores y contratantes.

Wilfredo Lozano sostiene que el tema de la mano de obra inmigrante debe comprenderse con todas las complejidades y particularidades que caracterizan la dinámica de cada sector económico.

“Es verdad que hay una mayor presencia de la inmigración. Hay una mayor diversificación sectorial de la economía de la inmigración. Aun así la inmigración se concentra en esencia en la agropecuaria, en la construcción y en el sector servicio”, indicó a elCaribe.

El estudioso de los fenómenos migratorios cree necesario abordar con sinceridad la participación en el mercado laboral de la mano de obra extranjera.

¿Cotizan o no cotizan?

“Es falso que no cotizan. El problema es que tienen que formalizar esa cotización de forma tal que ese dinero llegue a quien tiene que llegar, a entidades formales de la seguridad social. Que al pobre haitiano que pone block o pica piedra, que lo que le quiten del salario supuestamente para la seguridad social no llegue al erario, no es culpa de él”, aseveró.

El funcionario abogó por una mejor transparencia en la relación laboral entre migrantes y criollos que participan en actividades propias de la agropecuaria, construcción, comercio y servicio, por ser las ramas que más emplean mano de obra extranjera.

“El sector empresarial contrata al intermediario, ahí está la trampa. Esto es un tema complejo. Hay que formalizar los contratos, hay que buscar la forma de que se transparenten las operaciones de contratos salariales, vincular más al trabajo de inmigrantes a los mecanismos institucionales que tiene la economía. Hay que quitar esa invisibilización y ser más transparentes”, consideró.

En el caso de la construcción, recordó que la masa de trabajadores de menores ingresos no negocia de forma directa con los responsables o desarrolladores de las obras.

“En las construcciones no se ve pero hay cuadrillas de haitianos que están bajo la dependencia de alguien que es el que trata con los constructores. Normalmente el trabajador no negocia directamente”, puntualizó.

“Esa idea de que no cotizan, bueno, no cotizan porque los engañan. El hecho de que reciban un salario de empresas más o menos formales implica que algún tipo de cotización en los mecanismos de la seguridad social existe; y de eso se beneficia alguien. No es cierto que hay una total desconexión”, aseguró el titular del Instituto de Migración.

Dependencia económica

Por otro lado, dijo que por lo general el lazo económico de los inmigrantes más vulnerables está ligado a algún tipo de dependencia con un nativo contratante.

Como ejemplo puso la dinámica que surge en el sector servicio y el mercado informal. Es el caso del concho y la venta de artículos y alimentos en las calles, que cada día atrae más inmigrantes haitianos.

“Hay motoconchistas, que son dueños del motor, pero hay otros que lo que hacen es que arriendan la motocicleta y pagan una cantidad al dueño de los motores. En el fondo son asalariados de los dueños de los motores”, indicó.

Para ilustrar su planteamiento, aludió al mercado ambulante de frutas, actividad donde las personas de origen haitiano tienen una amplia presencia de manera especial en barrios de clase media alta y zona universitaria.

“Los haitianos son subcontratados. Por lo general esos fruteros no son dueños de los carros. Ellos se abastecen de frutas en muchos casos, luego llegan ahí y llevan en la mañana las frutas. Entonces en la noche, el distribuidor arregla la cuenta”, explicó el funcionario.

“Son subcontratados, que dan la impresión que es un autoempleado, pero no lo es. Esto no quiere decir que no haya uno que otro caso independiente, pero en general para tú permanecer sin que venga la Dirección General de Migración y te lleve preso, tienes que tener algún tipo de conexión”, precisó.

La fuerza laboral de los inmigrantes

En términos generales, Wilfredo Lozano, sostuvo que es una realidad que la migración se expandió a distintos sectores de la economía nacional.

En el renglón agricultura, la presencia de extranjeros procedentes de Haití es significativa. De manera que el arroz, la habichuela y el plátano que llega a la mesa de los dominicanos en su mayoría son cultivados por haitianos. En la actualidad, el 60% de los trabajadores ocupados en los procesos productivos de estos cultivos son extranjeros.

Su participación en el arroz es de un 58%, en la habichuela es de un 57% y en el plátano es de un 64%. Así lo evidencia la reciente Encuesta Sectorial Agrícola 2022 del Instituto Nacional de Migración.

Haitianos ocupan más de 7 mil empleos cada año

Investigaciones locales precisan que la población ocupada de origen haitiano es de 331,648 trabajadores. Este grupo aporta el 7.6% del total de la fuerza laboral residente en la República Dominicana. La documentación consultada, publicada por el Instituto Nacional de Migración, proyecta que la economía generaría en promedio alrededor de 7,564 nuevos empleos ocupados por trabajadores inmigrantes nacidos en Haití anualmente durante el periodo 2019-2024. De estos, 3,525 estarían en actividades agropecuarias. En el renglón agropecuario es donde hay más ocupados respecto a la población de origen haitiano. El 31.2% se emplea en este sector, seguido por la construcción (24.5%).

La trampa
“El sector empresarial contrata al intermediario, ahí está la trampa. Esto es un tema complejo”, afirmó Lozano

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