Santiago. “Te voy a dar donde más te duela”. Así le habría dicho Ana Raquel Rodríguez al padre de su hijo de cinco años, minutos antes de ahorcarlo y luego suicidarse de la misma manera, en su vivienda ubicada en la entrada principal de La Delgada, en el norte de Santiago.
Ana Raquel Rodríguez tenía 44 años, se disputaba en los tribunales con su expareja, Plinio Rafael Peralta, la custodia del niño Yairen Rafael. Según admiten familiares, Ana Raquel vivía sola con el niño y tenía fuertes arranques de ira, tanto así que los compañeros de trabajo temían ir a la casa a visitarla.
Esta sería la razón de la separación y lo que había llevado a Peralta a pedir ante los tribunales que le dieran la custodia del niño. Habían sido citados para ayer a comparecer ante el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes, donde un juez decidiría la suerte del menor, pero ella se adelantó, le quito la vida y terminó con la suya.
Rebeldía
De acuerdo con vecinos, Yairen era maltratado constantemente por su madre, lo que atribuyen a su carácter y a sus problemas de conducta. También dijeron que cuando ella ahorcó al niño, de inmediato llamó a su hermano Ramón Peralta, para decirle que había matado a su hijo y que fuera para su casa. Cuando su hermano llego, ya esta se había colgado.
“Mi querida María y Pamela, gracias a la presión que ustedes le hicieron a Plinio Peralta, y las calumnias hechas por ustedes, en relación a mí, hoy todo esto llego a su final”, explicaba uno de los mensajes escritos por Ana Raquel en las paredes. “A quienes estuvieron conmigo en estos 10 meses de dolor, que me vieron llorar y reír, les pido que me perdonen por no escuchar sus consejos, pero ya no resistía más citas, ya me tenía jarta, cansada. Pero como Plinio me dijo si, mátalo, así me rinde más el dinero, hasta aquí llegue”, decía en otro párrafo.
Ella no estaba dispuesta a entregar a su hijo
El pasado lunes, compañeros de trabajo de Plinio Rafael lo acompañaron a la fiscalía para que mandaran a un magistrado o experto a evaluar a Ana Raquel, ya que entendía que necesitaba ayuda y no reunía las condiciones para tener al niño. Dijo que el requerimiento le fue negado y había que esperar que llegara el jueves, día de la cita que el tribunal había puesto para conciliar.
