Comerciantes del mercado de Honduras dijeron que el flujo de la clientela era mayor cuando el mismo estaba “sucio”

“Venga mi doña… ¿en qué le ayudo?”, vociferó un vendedor de legumbres desde el interior del mercado de Villa Consuelo a una señora que caminaba por la periferia del mismo para atraerla como cliente. Sin embargo, el llamado no surtió efecto.

Tal escena se repite frecuentemente en esa plaza de abasto, que se inauguró en el año 2012 luego de 18 años de espera, que cinco gestiones municipales no pudieron materializar y donde sus 250 cubículos, que estarían abastecidos de diferentes productos, responderían a las demandas de un amplío público.

Pero al visitar este lugar, el escenario es totalmente distinto, ya que los dos pisos dispuestos para las ventas lucen con escasa asistencia de visitantes y en su segundo nivel con módulos cerrados y sin mercancías.

Alejandro Castillo, un vendedor de vegetales, atribuyó la poca visita de usuarios a los puestos informales que hay en la zona, así como por la circulación de las “guagüitas” y de tricicleros que también ofertan sus productos y que se les adelantan.

“Yo creo que este mercado no está lleno directamente porque hay un grupo de vendedores en la calle que son como la competencia de uno”, expresó Alejandro Castillo.

En esa plaza se observó a los vendedores organizar y acomodar de forma constante sus mercancías, mientras conversaban con otros mercaderes sobre varios temas, en lo que se acercara algún cliente.

David Hernández, administrador de ese mercado, explicó que en los nueve meses que lleva en sus funciones no ha evidenciado un gran flujo de personas, lo asoció a la pandemia, así como a que muchas familias del sector se han mudado y han cedido sus hogares para ser reemplazados por negocios y comercios, lo que entiende disminuyó el público.

Subrayó que en horas de la mañana algunos ciudadanos visitan el mercado a bordo de sus vehículos y provenientes de otras zonas más que de las inmediaciones.

“Desde mi punto de vista y pensando en esa situación creo que Villa Consuelo era un sector de muchas casas y ahora se ha convertido en un sector de muchas empresas y locales, por tanto el público que vivía por aquí se ha ido mudando”, comentó Hernández.

En tanto a los puestos que están visiblemente desocupados dijo que llevan un “tiempecito” así porque los vendedores lo abandonan por varias razones, ya sea porque fallecen o se retiran por alguna razón.

Agregó que muchos continúan pagando el lugar pese a que no lo ocupan para que no le sea retirado y en ocasiones lo utilizan como almacén.

“Nosotros lo que hacemos es que le damos un tiempo y luego le quitamos espacio por falta de pago, porque hay también algunos lugares de esos que aunque están vacíos los propietarios lo siguen pagando”, explicó.

Esta situación también se visualizó en el mercado de Cristo Rey y de Honduras, donde también se constató que algunas piezas de ventas están vacías y cerradas.

Varios de esos comerciantes que no quisieron ser identificados calificaron como “desventajoso” para las ventas, el hecho en que haya tantos espacios inoperantes sin ofertar algún producto que atraiga más público.

En ese contexto, pidieron respuestas por parte de la Alcaldía del Distrito Nacional para que tome cartas en el asunto, al explicar que deben ceder a otras personas los espacios que hay para que expidan otras mercancías de interés para la gente.

Vendedores abandonaron espacios

El administrador del mercado de Cristo Rey, Ramón Faríñez, expresó que desde gestiones municipales pasadas quedó establecido que los vendedores adquirieran un segundo local. Empero muchos los abandonaron al no verlo factible.

Faríñez dijo que le dan continuidad al tema de esos módulos y que como una forma de indemnización se les otorgó a esas personas 35 mil pesos, así como una prórroga de un año para que estos retornen al lugar.

“En las sindicaturas anteriores ellos establecieron el segundo local, pero la mayoría de las personas lo abandonaron porque no era factible. Nosotros le dimos continuidad a eso y hubo una indemnización de 35 mil pesos, también a esa gente que eran parte de eso”, contó Faríñez.

Entienden necesitan más publicidad y ferias

Los administradores de mercados que fueron consultados por este medio expresaron que deben publicitarse más estos establecimientos para que se incremente el flujo de compradores en la zona. Además, agregaron que siempre han estado dispuestos para que se realicen las populares ferias de alimentos. Luis Hilario María, un comprador del mercado de Honduras, expuso que acude a esa plaza de abastecimiento desde hace algunos años. “A mis 80 años vengo solo y veo que siempre está vacío, no sé la razón, los precios son asequibles y realmente no me quejo. Aquí no hay desorden”, narró el señor.

Este centro agropecuario se entregó remozado en el año 2017 bajo la gestión del alcalde del Distrito Nacional David Collado, tras una inversión de 23 millones de pesos y al que se le agregó un destacamento policial, así como áreas para la recreación de niños, cámaras de vigilancia, entre otros. Antes de eso, se habían denunciado el desorden e insalubridad que imperaba en ese espacio desde hacía más de 40 años.

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