El Movimiento Izquierda Unida (MIU) se solidarizó con Nicaragua ante lo que calificó como una “repudiable forma de intervención” la aprobación de la ley ‘Nica Act’ por parte del Congreso de los Estados Unidos que impone sanciones al gobierno de Daniel Ortega por supuesta violación a los derechos humanos y retroceso en la democracia.
“Los cambios que ha logrado el gobierno sandinista le causa preocupación al imperialismo norteamericano y a sus aliados internos y le acelera su odio y sed de venganza hacia los pueblos que han decidido luchar por su libertad y mantenerla”, expresa el MIU en una carta enviada al presidente Ortega y que fue entregada por el secretario general del MIU, Miguel Mejía, a los representantes diplomáticos de Nicaragua.
La ley ‘Nicaraguan Investment Conditionality’, que aprobó el Congreso de los Estados Unidos y que critica el MIU limita a Nicaragua el acceso al crédito de entidades financieras internacionales de carácter multilateral. Mejía criticó que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, eche para atrás medidas que había tomado su antecesor, Barack Obama, sobre los países de América Latina, como Cuba.
“Reafirmamos nuestro repudio a esta medida injerencista contra el pueblo de Nicaragua y reafirmamos nuestra amistad y solidaridad en cualquier circunstancia frente al enemigo común”, dijo. Mejía visitó a la embajadora de Nicaragua, Yaoska Calderón Martín, junto al embajador de Venezuela en el país, Alí de Jesús Uzcategui Duque y el representante del Gobierno de Cuba, Juan Carlos de la Nuez.
La carta del MIU cita acontecimientos históricos en varios países de América Latina que supuestamente desencadenaron por la injerencia de Estados Unidos. “Recordemos los golpes de Estado contra Salvador Allende, en 1973, en Chile; Juan Bosch, en 1963, en República Dominicana, y contra el propio Hugo Chávez, en Venezuela, en el 2002. Tampoco olvidemos las intervenciones militares directas, como en Playa Girón, Cuba, en 1961; la de República Dominicana, en 1965”, refiere el documento.
Acciones son contra los gobiernos progresistas
Mejía señaló que la supuesta intervención de los Estados Unidos en los asuntos de los países de América Latina es para evitar que siga el progreso que representan los gobiernos progresistas de la región. “No cesan en sus pretensiones ante el avance indetenible de nuestros pueblos, conscientes estos, de que solo los gobiernos progresistas y de izquierda les pueden garantizar las seguridades de su bienestar y desarrollo”, expresó.
