El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, fue posesionado ayer como Obispo Ordinario de la Diócesis Castrense de República Dominicana.La toma de posesión fue presidida por monseñor Jude Taddheus Okolo, nuncio apostólico de su Santidad, en la Catedral Primada de América.
En la homilía, monseñor Ozoria expresó que tiene el propósito de ser un servidor cercano para el Ejército de la República Dominicana, de la Fuerza Aérea, de la Armada y de la Policía Nacional.
“Hoy están aquí todos los capellanes que son los colaboradores del obispo en esta diócesis personal. Ya hemos tenido algunas reuniones a fin de organizar y ofrecerles un mejor servicio; y a ustedes y a todos los miembros del Ministerio de Defensa y de la Policía Nacional les pediría receptividad y acogida de nuestro servicio”, dijo.
El arzobispo manifestó que al asumir esa responsabilidad que la Iglesia le pide, quiere hacerlo bien; “con la ayuda de ustedes vamos a crecer y tendremos frutos abundantes”.
Sin embargo, mostró dos inquietudes en el nuevo cargo que asume, por lo que dijo que “me preocupa que se vea ese ministerio como un “Poder” y no como un servicio, y también me preocupa que yo, con el cúmulo de trabajo como arzobispo metropolitano de Santo Domingo, no pueda hacer el trabajo que se me pide”.
En ese sentido, dijo que en diálogo con el Nuncio Apostólico y la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) tratarán de que en un futuro no muy lejano, el papa Francisco nombre un nuevo obispo propio para esa diócesis castrense.
El acto contó con la presencia de varias personalidades, entre ellas sacerdotes, diáconos, religiosos, altos mandos de los organismos castrenses y de la Policía Nacional, entre ellos el director general de la Policía Nacional, Nelson Peguero Paredes; mayor general José Eugenio Matos, viceministro de Defensa, y otros.
Monseñor Ozoria explicó que en virtud del acuerdo entre la Santa Sede y la República Dominicana, de fecha 21 de enero de 1958, se creó el Vicariato Castrense para la República Dominicana y mediante la Constitución Apostólica del Sumo Pontífice Juan Pablo II, Spirituali Militum Curae, del 21 de abril de 1986, el Vicariato Castrense quedó constituido en Ordinariato Castrense.
Al finalizar la celebración, Ozoria realizó varios nombramientos y ratificó en el cargo a otros.
