Acusa a siete personas: tres civiles que lo golpearon y a cuatro policías que permitieron la agresión y mintieron

La vulnerabilidad y poca defensa que tenía David de los Santos Correa cuando fue encerrado en la celda del destacamento policial de Naco junto a sus agresores el pasado 27 de abril fue lo que permitió que este fuera golpeado atrozmente toda la noche hasta quedar inconsciente y en estado crítico en el piso hasta el día siguiente, cuando fue encontrado tirado por los agentes policiales, quienes escuchando y viendo lo que pasaba permitieron y provocaron lo sucedido, asegura el Ministerio Público.

David de los Santos Correa, el joven que murió el pasado 1 de mayo en el hospital Darío Contreras, luego de salir de un destacamento policial golpeado, lleno de moretones y en un estado casi agónico, había sido detenido en el centro comercial Ágora Mall, al este haber tenido una discusión con dos empleadas de una de las tiendas de la referida plaza. De ahí fue llevado al destacamento de Naco ese 27 de abril en perfecto estado, pero al día siguiente fue sacado casi muerto de allí por personal del 9-1-1 que lo llevó al hospital Moscoso Puello y luego, sus familiares, al dar con su paradero, lo trasladaron al Darío Contreras, donde finalmente falleció.

Pero, ¿cómo sucedió todo?; ¿Cómo terminó de los Santos Correa en ese estado? El Ministerio Público lo narra de esta manera en la solicitud de medida de coerción:

Para empezar, el órgano acusador tipifica el caso como de “tortura y barbarie” y culpa de la muerte de David a siete personas: tres civiles que estaban en la celda, quienes lo golpearon hasta dejarlo casi muerto y a cuatro policías, a quienes señala como coautores del hecho. Los civiles son Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos y Jean Caros Martínez Peña; mientras que los agentes policiales son: el capitán Domingo Alberto Rodríguez; el segundo teniente Germán García de la Cruz; el cabo Alfonso Decena Hernández y el raso San Manuel González García. Para todos, pide prisión preventiva.

Como persona clave en el caso aparece una octava persona. Un haitiano de 25 años, llamado Wistel Pieer, quien se encontraba detenido en la dotación policial el día en que torturaron a David y a quien el Ministerio Público tiene como testigo del hecho.

Cómo empezó todo (según el MP)

A las 6:30 de la noche del 27 de abril de 2022 David de los Santos Correa estaba en la plaza comercial en la tienda Sensses Sun Glasses and Accesories, y el hoy occiso se dirigió a una de las empleadas supuestamente en una actitud extraña e intimidante, razón por la que fue abordado por una segunda empleada, quien le preguntó si le podía atender. Según dice el Ministerio Público, este le respondió a esta segunda empleada con la pregunta “¿Usted cree en Dios?”, a lo que ella respondió: “¿Disculpe? y luego se retiró un poco y continuó: “Yo le puedo ayudar desde aquí”.

En ese momento, según el documento del Ministerio Público, David se le acercó de forma alterada y le volvió a preguntar: “¿Qué le pedirías a Dios?”, respondiéndole la chica: “Pediría por mi familia, mis hijos” y él le preguntó más adelante:
“¿Segura?, a lo que ella dijo: “Pediría por mi vida”. Ahí, según el Ministerio Público, David le externó “Pues pide por tu vida”.
Al ver esto, la primera empleada salió del local y fue a buscar ayuda de seguridad y encontró a un policía que salía con unas fundas en mano de un supermercado y David, al verla hablando con él, salió del establecimiento. Luego de que la primera empleada regresara a la tienda, encontró a la segunda empleada llorando en el piso porque, supuestamente, David la había amenazado diciéndole: “Tú no sabes quién soy yo, en 15 días vuelvo para que sepas quién soy yo”.

Más tarde, David de los Santos Correa fue buscado por la seguridad de la plaza, quien lo localizó frente a la tienda Zara, y lo retuvo esposado hasta que llegara la Policía Nacional, lo que ocurrió 20 minutos más tarde. Fue llevado hacia el destacamento de Naco por los cabos Alexis Montero Ubri y Luis David Ortiz Tineo, quienes sólo condujeron a David de los Santos a esa dotación.

El camino hacia la muerte

La noche del mismo 27 de abril llegó David de los Santos al destacamento de Naco y fue recibido por los hoy imputados capitán Domingo Alberto Rodríguez y el raso San Miguel González, quienes fungían como oficial del día y sargento de guardia, respectivamente.

“De manera criminal y en violación a sus derechos fundamentales, procedieron a colocarle unas esposas por la espalda y a introducirlo a la celda esposado” junto a los también imputados Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos, Jean Carlos Martínez Peña y al nacional haitiano (no imputado) Wistel Pieer”, dice el Ministerio Público.

Esposado en la celda, David supuestamente vociferó algo “realizando una enorme bulla”, situación que molestó a los imputados, quienes comenzaron a golpearlo en la cabeza y demás partes del cuerpo, provocando que los miembros policiales rociaran gas pimienta dentro del lugar donde estaban encerrados, lo que, según el órgano acusador evidencia que los agentes “siempre tuvieron control de la situación, conocimiento, pero sobre todo que participaron de manera activa para aportar las condiciones activas a la materialización del tipo penal imputado, por lo que se configura como coautoría de la acción”.

Con puñetazos, patadas y objetos

Después que los policías rociaron el gas pimienta dentro de la celda, los acompañantes del cuarto de David se enfurecieron aún más y le “propinaron una nueva paliza, asestándole golpes y patadas por todo el cuerpo, sin la más mínima posibilidad de poder defenderse, ya que se encontraba esposado con los brazos hacia atrás. Al cansarse de golpearle con los puños, tomaron unos tenis propiedad del detenido Wistel Pieer y continuaron golpeándolo durante toda la noche, hasta dejarlo inconsciente, siendo permitido por los miembros de la Policía Nacional”. “Evidencia actos de tortura y barbarie vergonzosamente cometido en coautoría de los miembros de la Policía Nacional imputados y en sede de la Policía Nacional, un lugar en el que todo ciudadano debe sentirse seguro y protegido, jamás torturado”, indica el órgano acusado en el expediente.

En horas de la mañana del día siguiente, es decir, el 28 de abril de 2022, los miembros de la Policía decidieron penetrar a la celda encontrando a David en el suelo e inconsciente después de una noche de “tortura”. Llamaron al 9-1-1 que lo llevó al hospital Francisco Moscoso Puello.

Mientras David de los Santos pasaba por todo eso en aquel destacamento, sus familiares y amigos lo buscaban. Su hermana, Sugeidy Correa, manifestó al Ministerio Público, que había notado que su hermano tenía un comportamiento poco habitual, razón por lo que se había preocupado que la noche del 27 de abril no llegó a la casa. Ahí empezó su búsqueda hasta dar con el paradero de este el 28 de abril en la noche. Ella quiso hablar con su hermano, pero no se lo permitieron porque este ya se encontraba en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte. Antes le mintieron y ocultaron el estado crítico de su hermano.

Medida coerción será conocida el viernes 13

La Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional aplazó el sábado para el viernes 13 de mayo a las nueve de la mañana el conocimiento de medida de coerción, a los cuatro agentes policiales y tres civiles involucrados. El aplazamiento tuvo lugar a los fines que el Ministerio Público haga un anticipo de pruebas y culmine el interrogatorio al nacional haitiano Wistel Pieer, testigo principal del hecho. El Ministerio Público solicitó prisión preventiva.

Familiares, amigos y personas que se han consternado con el caso, protestaron de rodillas el pasado sábado en la Plaza de la Bandera para pedir justicia por la muerte de David de los Santos. A esta manifestación se suma laque se hizo frente a Ágora Mall y a la realizada en el destacamento de Naco.

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