Tanto los proyectos que desarrolla el Gobierno como los de empresas privadas violarían reglamentos de seguridad

“Está muy bien. El único problema es que no tiene salida de emergencia”, fueron las palabras de un joven ingeniero que junto a su esposa fue beneficiario de una de las viviendas de bajo costo que construye el Gobierno a través del denominado programa Vivienda Feliz.

Como ellos, miles de familias en la República Dominicana viven en un riesgo inminente en caso de que se produzcan incendios, terremotos de gran magnitud o una situación que afecte los edificios de apartamentos en los que habitan.

Parecería falso que desde el propio Estado se haya fomentado la construcción de cientos de proyectos habitacionales sin cumplir con las reglas mínimas de seguridad; tener una salida o escalera de emergencia. Pero es la pura verdad.

Los edificios de cuatro o más niveles, además de no tener salidas de emergencia en caso de que haya que evacuar sus casas en medio de una situación de riesgo, suman una agravante; la gran mayoría de los apartamentos tienen las puertas y ventanas selladas con hierro debido a los niveles de inseguridad en el país.

El reglamento para la seguridad y protección contra incendios (R-032), cuya fuerza legal está en el Decreto 347-19 establece que en los edificios de apartamentos “cada unidad de vivienda deberá tener acceso a por lo menos dos salidas independientes, que se encuentren alejadas entre sí, sin importar el número de pisos, ni el área de la construcción de dicho edificio”.

Esta regla no es cumplida en los proyectos habitacionales que este y otros gobiernos se han promovido para las familias de escasos recursos, así como por muchas empresas privadas dedicadas al negocio de construcción de viviendas en la República Dominicana.

Ciudad Juan Bosch, Mi Vivienda Feliz, Domingo Savio y la Nueva Barquita, son algunos de los proyectos que el Estado ha promovido para dotar de una vivienda digna a las familias de escasos recursos, en las que los elementos básicos de seguridad no se tomaron en consideración.

El reglamento para la seguridad establece excepciones en las cuales se pueden construir edificios sin esas salidas de emergencia, sin embargo, los proyectos públicos y privados, al parecer tampoco cumplieron con esos requisitos.

Temor de las familias

Pese a que vivimos en una isla expuesta a diferentes fenómenos de la naturaleza, como los temblores de tierra, visto el poco nivel educativo que tiene la población respecto a los protocolos y medidas adecuadas de seguridad para la prevención de incendio en los hogares, los cuales podrían ser provocados por gas propano o por una falla eléctrica, pocas son las personas que en el día a día tienen elaborado un plan de emergencias y evacuación.

Sin embargo, en los casos de quienes residan en edificios de apartamentos de cuatro o más pisos, donde no existen salidas o escaleras de emergencia, crear un plan de evacuación efectivo sería muy cuesta arriba.

“¡Ay Dios mío! Imagínate un incendio. Yo vivo en un tercer piso, no hay una escalera de emergencia”, reaccionó Dara Gutiérrez, madre de dos hijos, residente en Pantoja, municipio Los Alcarrizos, con quien conversaba respecto a esta irregularidad convertida en normalidad en el Gran Santo Domingo y en otras zonas del país.

Como ella, cientos de padres de familia desconocen el peligro en el cual se encuentran en caso de que se produzca una situación que requiera la evacuación inmediata de las residencias.

“Pero es que aquí son pocos los apartamentos que tienen eso. Tú me has asustado”, continuó diciendo la mujer en busca de calmarse tras el susto.

En recorridos por diferentes proyectos habitacionales de apartamentos en el Distrito Nacional, Santo Domingo Oeste y santo Domingo Norte, decenas de infraestructuras carecían de las importantes escaleras o salidas de emergencia, las cuales por lo regular se colocan cerca del área de servicios o las cocinas.

Algunos propietarios de primeros niveles de apartamentos, conscientes del riesgo en el que viven, han modificado el diseño de la construcción para anexar una puerta y así tener una segunda opción de salida en caso de emergencia.

Una de esas personas es Francisco García, quien describe que tomó la decisión de hacer una puerta en el apartamento donde reside en el proyecto Ciudad Juan Bosch, por si acaso.

“Por precaución, porque de repente, la tierra está temblando y como estas puertas son Mul-T-Lock (puertas blindadas con cerradura que les brinda mayor protección), puede ser que se tranque y no pueda salir por adelante”, describió.

En tanto que su vecino Andrés Rodríguez, con quien conversaba al momento de ser abordados por elCaribe, afirmó que la empresa a la que le compraron el inmueble no cumplió con ese requisito establecido en el contrato de venta.

“Ellos engañan a la gente así porque la gente andaba desesperada, loca por mudarse”, refiere Rodríguez al cuestionarle si hicieron algún procedimiento para obligar a la compañía a cumplir con el requisito de colocarles escaleras de emergencia.

“En la Ciudad Juan Bosch, no hay escaleras de emergencia”, enfatizaron los dos hombres. Algo que elCaribe confirmó al recorrer cada uno de los proyectos desarrollados por las diversas compañías a las que el Gobierno les aprobó los planos.

Por una sola escalera suben y bajan todos los residentes. En algunos casos se pueden encontrar edificios con dos puertas para entrar y salir en el primer nivel sin embargo, están conectadas con una misma escalera.

“No hay escapatoria. Tú sales por el periódico porque, Dios libre que pase algo aquí, hay dos opciones: te mueres incendiada o te tiras por el balcón, siempre y cuando no tenga hierro”, dijo Francia Peña residente en un tercer nivel.

La mujer, ha decidido no poner hierros en el balcón de su casa como mecanismo de precaución, aunque reconoce que por tratarse de una tercera planta, lanzarse desde ahí es igual o más peligroso.

Sin embargo, viéndolo desde un punto de vista optimista, entiende que sin los hierros, al menos le pueden colocar una escalera de palo que ayude a evacuar la residencia en caso necesario.

Bajo costo con inseguridad incluida

Las viviendas “de bajo costo” que se construyen en el país, implican también bajar la calidad y no ceñirse a los reglamentos. Esto en virtud, de que las excepciones antes planteadas, no aplican y no fueron aplicadas en los proyectos que patrocina el Estado.

El presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), Cristian Rojas, reconoce esta ilegalidad e incumplimiento tanto de las autoridades gubernamentales como de los desarrolladores de proyectos inmobiliarios.

“Los proyectos del Gobierno son más económicos todavía, se reducen. El Gobierno debe respetar la normativa de construcción” debido a que por el hecho de que sean viviendas de menor costo, no significa que deben dejar de lado una cuestión tan elemental.

Afirma que es el Ministerio de la Vivienda, Hábitat y Edificaciones (Mivhed) el que tiene que exigirles a esas edificaciones que tengan escaleras de emergencia y no se explica “por qué cuando se les aprueban unos planos a esos constructores, no se les exige la escalera de emergencia”.

El Ministerio de la Vivienda es la entidad estatal responsable de autorizar, supervisar y sancionar a las entidades que desarrollan proyectos habitacionales en la República Dominicana. Esta responsabilidad, anteriormente, recaía en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones.

“Además de los criterios de diseño y seguridad según el caso, y que están contenidos en los reglamentos antes mencionados, existen las disposiciones de seguridad contra incendio establecidas en el reglamento para la Seguridad y Protección contra incendios R-032” dijo el Ministerio al ser cuestionado respecto a los requisitos mínimos de seguridad de la infraestructura con los que deben contar los proyectos habitacionales para obtener la autorización para la construcción.

Excepciones que tampoco se cumplirían

Entre las excepciones que plantea el literal C del artículo 139 se establece que en los edificios de apartamentos se permitirá que la unidad de vivienda tenga acceso a una única salida, cuando cada unidad esté compartimentada de las demás partes del edificio mediante barreras cortafuego con una clasificación de resistencia al fuego no inferior a una hora, y se cumpla una de las condiciones siguientes: sea un edificio de apartamentos de hasta tres pisos, siempre y cuando cada vivienda cumpla con la distancia de recorrido de 30 m y el ancho libre de la escalera sea de 1.10 m.

Y, cuando sea un edificio de apartamentos de hasta cinco pisos, contados tomando en cuenta los niveles soterrados, con una carga de ocupantes por piso que no exceda de las 21 personas.

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