Puerto Plata.- El ministro de Salud, Daniel Rivera, ha subrayado la crítica importancia de garantizar la inocuidad de los alimentos esenciales que conforman la Canasta Básica del pueblo dominicano.
En su discurso en el XXIV Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario, organizado por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), destacó que la seguridad alimentaria es un derecho consagrado en la Constitución Dominicana y que el Estado debe velar por protegerlo.
El artículo 61 de la Constitución de la República Dominicana establece el derecho a la salud integral de todas las personas, lo que implica la mejora de la alimentación, los servicios sanitarios, las condiciones higiénicas y el saneamiento ambiental.
Para cumplir con este derecho fundamental, el Estado debe garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población.
La Ley 589-16 sobre Seguridad Alimentaria y Nutricional en la República Dominicana es un marco normativo crucial que tiene como objetivo coordinar acciones para mejorar la calidad de vida de los dominicanos.
Esta ley establece la responsabilidad del Ministerio de Salud Pública en la vigilancia alimentaria y nutricional, así como en la promoción de hábitos de alimentación saludable.
Rivera hizo hincapié en la importancia de la educación para el consumo de alimentos, que es responsabilidad compartida entre el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Educación. Promover hábitos alimentarios saludables y la correcta preparación de alimentos es esencial para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población.
Resaltó la relevancia del Codex Alimentarius, un conjunto de normas internacionales que desempeña un papel esencial en la garantía de la inocuidad y la calidad de los alimentos a nivel mundial. Estas normas son reconocidas por la Ley General de Salud No. 42-01 y son fundamentales para el comercio internacional de alimentos.
La inocuidad de los alimentos es un tema crítico que afecta directamente la salud de las personas.
El consumo de alimentos contaminados puede causar enfermedades graves y tener un impacto económico significativo. Según Rivera, se registran aproximadamente 420,000 muertes en el mundo debido a la ingesta de alimentos contaminados, lo que resulta en la pérdida de 33 millones de años de vida ajustados por discapacidad.
El ministro detalló las principales enfermedades transmitidas por alimentos, que incluyen Salmonella, Campylobacter, Escherichia coli, listeria, vibrio cholerae, virus como el norovirus y la hepatitis A, parásitos como trematodos y taenia solium, y sustancias químicas y metales pesados.
Para abordar estas preocupaciones, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) ha implementado medidas para la notificación obligatoria de enfermedades transmitidas por alimentos, lo que permite un seguimiento más efectivo y una respuesta más rápida a los brotes.
Señaló que el cambio climático puede aumentar la contaminación de los alimentos básicos, como el arroz, lo que representa un riesgo adicional para la población en riesgo de malnutrición.
El aumento de las temperaturas puede favorecer la supervivencia y la proliferación de patógenos transmitidos por alimentos.
Abordó los hábitos alimentarios de la población dominicana y destacó la importancia de una dieta diversificada y equilibrada. Además, se presentaron datos de un estudio nutricional realizado en escolares beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar (PAE) en la República Dominicana durante el año escolar 2021-2022. Este estudio reveló que una proporción significativa de estudiantes tenía una calidad de dieta poco saludable y que la obesidad infantil seguía siendo un problema de salud importante.
El funcionario concluyó su discurso enfatizando la importancia de la colaboración de todos para garantizar la inocuidad de los alimentos y promover hábitos de vida saludables. También destacó la relevancia de las etiquetas de alimentos para informar a los consumidores sobre el contenido y la fecha de caducidad de los productos, lo que contribuye a la toma de decisiones más saludables y a la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos.
