El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina, explicó que en el Poder Judicial dominicano han institucionalizado políticas de integridad que impulsan una cultura organizacional donde la ética es un criterio de desempeño.
Durante una conferencia magistral, como parte de la quinta edición de la Cátedra Dr. Manuel Bergés Chupani: Integridad Judicial, en honor al doctor Rafael M. Luciano Pichardo (1935-2024) y organizado por el Tribunal Constitucional, Molina mencionó el Código de Ética, comisiones de seguimiento, espacios de formación, canales de denuncia y guías prácticas, así como criterios objetivos de promoción y evaluación.
“Esta cultura se expresa en el proceso de mudanza digital del Distrito Nacional, donde 91 % de los trámites ya se hace a través del portal de acceso digital, y esto, sin duda, es un golpe a la lentitud burocrática”, indicó el magistrado Molina, asegurando que en el Poder Judicial trabajan por una ética de la responsabilidad pública, acceso igualitario y del compromiso transformador con las personas.
El también presidente del Consejo del Poder Judicial (CPJ) agradeció al TC por continuar impulsando la formación jurídica a través de actividades como esta cátedra, al tiempo que reiteró su admiración por el doctor Luciano Pichardo.
“Que el ejemplo del doctor Rafael Luciano Pichardo les inspire a vivir el derecho como una vocación de servicio, como una forma de dignidad, como una herramienta de transformación. Y que el espíritu de esta cátedra nos ayude a seguir consolidando una justicia más humana, más transparente y más confiable”, exhortó.
Napoleón Estévez Lavandier, presidente del TC, habló sobre la importancia que tiene para la alta corte la realización de la Cátedra y destacó que Luciano fue un juez enjundioso, un jurista abnegado y comprometido.