Santiago. La red desmantelada en la operación Discovery y que se hacía llamar “La Directiva”, movilizaba sus recursos mediante el TBI Bank, un banco digital con una amplia gama de soluciones móviles y en línea para la financiación al consumo y préstamos a pequeñas y medianas empresas.

Es el banco digital era usado por toda la estructura criminal para esconder, tipo paraíso fiscal, el dineros obtenido por la estafa agravada. Los integrantes de la red utilizaban la misma cuenta en la República Dominicana del banco extranjero TBI BANK, con el único objetivo de almacenar el dineros obtenidos de las estafas, según consta en el expediente del ministerio público contra 38 imputados.

La Superintendencia de Bancos de la República Dominicana, en fecha 13 de enero de 2022, emitió a solicitud del Ministerio Público la certificación No. 00001146 en la que hace constar que según sus archivos del Departamento de Registro y Autorizaciones, la entidad TBI BANK no está autorizada por la Junta Monetaria para realizar las operaciones de intermediación financiera ni cambiaria en la República Dominicana.

Temor y amenazas

De acuerdo con la investigación de la fiscalía, el grupo infundía terror a personas diciéndoles que podían secuestrarlos a ellos y su familia. Esto le garantizaba que las víctimas depositaran altas sumas de dinero en dólares, logrando así el resultado del crimen.

Además, ejercía maltrato verbal a los miembros de la organización que no eran de nivel medio o alto. Igualmente, tenía contactos en distintos sectores para tratar de evitar la persecución penal efectiva y resolvía sus diferencias con amenazas, atentados criminales y terror psicológico.

“Evadían la persecución penal de las autoridades llamadas a evitar que ocurrieran los hechos y a investigarlos. Por igual, salían de los procesos judiciales con facilidad, a pesar de tener imputaciones graves como el caso de Sucre Rafael Rodríguez Ortiz (a) Darimán”, apunta el ministerio público.

Las ganancias que lograban los encartados por medio de las estafas, les permitieron obtener un sistema informático que se encargaba de ubicar, en las redes sociales y en fuentes abiertas, los perfiles idóneos para ser convertidos en víctimas, buscando preferiblemente personas de la tercera edad (más de 65 años), ya retirados y vulnerables.

El referido informe dispone: “Investigamos en Facebook con el Nombre de Miguel Ortiz, se observa en un audiovisual, donde éste se observa con una alta suma de dinero.

Integraban a familiares a los negocios ilícitos

Al igual que la operación Falcón, los integrantes de esta red establecieron una estructura criminal parecida a la que usaba la mafia italiana, integrando a la familia como parte esencial de los negocios ilícitos.

El imputado Pablo Miguel Balbuena (a) Miguel Ortiz y/o La Válvula, utiliza las redes para promover a la organización la cual se denomina “La Directiva” para reclutar personas que utilizaban para la comisión del delito en su provecho.

También promovía fotos, videos y audios en los que él y otros ciberdelincuentes exhiben grandes cantidades de dinero producto de las extorsiones y estafas cometidas y que posteriormente colocan en el sistema financiero nacional.

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