Santo Domingo. Residentes y comunitarios de diversos barrios colindantes al río Ozama, como Calero, Pueblo Nuevo y Maquitería en Villa Duarte, y Los Guandules, Las Cañitas y La Nueva Barquita, entre otros, reclaman al Gobierno la adopción urgente de medidas sanitarias y medioambientales para resolver los problemas, sobre todo de índole respiratorio, supuestamente causados por la operación de la barcaza eléctrica flotante Estrella del Mar II.

Numerosos vecinos de estos barrios aseguraron, en el programa El Sol de la Tarde, que la actividad de la barcaza durante todos estos años ha provocado serios daños no solo al medioambiente, como la contaminación de las aguas del río y la práctica extinción de los peces, sino sobre todo graves daños a su salud, como enfermedades respiratorias en niños y envejecientes, enfermedades auditivas por el ruido de la maquinaria y problemas de estrés a causa del constante estruendo por el funcionamiento ininterrumpido de la barcaza.

Representantes de la Junta de Vecinos del barrio de Calero explicaron que tienen a varios de sus hijos con reiterados problemas pulmonares, incluso algunos se encuentran internos en centros sanitarios afectados por asma.

El caso más impactante es el de una vecina que tras seis años residiendo en la zona ha tenido que ser intervenida para extraerle un pulmón. “Nos hemos quejado en repetidas ocasiones y Seabord nunca se ha preocupado por nosotros ni por nuestra salud”, afirmaron.

En este sentido, los comunitarios próximos al río Ozama hicieron un llamado tanto al Ministerio de Medio Ambiente como, especialmente, a Salud Pública para que se ponga fin a este grave problema sanitario, originado tras 38 años de funcionamiento de la barcaza Estrella del Mar II. “El 70% de los residentes del barrio de Calero está infectado de los pulmones, mientras la empresa no hace nada, no tiene filtros, el único filtro que hay somos nosotros”, señalaron.

Los residentes en los barrios próximos al Ozama denunciaron también las permanentes vibraciones que supuestamente provoca la operación de la Estrella del Mar II y que genera el agrietamiento de las paredes de sus hogares, mientras que el humo que emana de las chimeneas de la barcaza penetra en el interior de sus casas y las inunda de grasa, tanto en los pisos como en los mobiliarios.

Por último, miembros de la Fundación la Nueva Barquita afirmaron que la barcaza del río Ozama “acaba con la vida de muchas personas” y mostraron su preocupación por el sufrimiento de las familias que viven en el área.

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