Algunos padres siguen la cultura de Santa Claus y Los Reyes Magos, otros llevan a sus hijos a elegir sus regalos
Movido por la ilusión que trae consigo el Día de Los Santos Reyes Magos, Agustín Reyes (Vargas) cargó de niños un autobús y arrancó en dirección al Mirador Sur, lugar donde recreó aquellos juegos infantiles que se creían perdidos y repartió regalos y dulces, llenando de colores y risas el parque.
“Los niños son el pulmón de la sociedad, son el futuro”, expresa Vargas, quien para esta fecha viaja desde los Estados Unidos a Santo Domingo para reencontrarse con su familia, en el sector Manoguayabo, y a la vez continuar, junto a sus nueve nietos, la tradición que practica desde hace más de una década.
Ayer, fueron convocados a un memorable pasadía unos 70 niños y niñas de todas las edades, número menor que el de años anteriores, en los que asistían hasta 150 “muchachitos”, reducción que atribuye a la pandemia.
Mientras unos jugaban el pañuelito, saltaban la soga, se divertían al compás de aros, exhibían sus destrezas en bicicletas y patinetas, los más grandecitos optaron por otros entretenimientos, como la adolescente Derly Anderson a quien se le vio estrenar un celular que le obsequió su madre.
Los padres también disfrutaron de un sano esparcimiento viendo a sus hijos divertirse con los juegos que algunos compraron en compañía de los hijos. En el lugar coincidieron con otros que siguen la cultura que los Santos Reyes Magos posaron la noche anterior en casa y dejaron regalos a quienes se portaron bien durante el año.
María Reyes ha seguido la tradición. De hecho este año, utilizó una aplicación, que recrea la ilusión en 3D donde Baltazar visita el árbol de Navidad de casa y deja un regalo a su pequeña. “En el colegio le dicen que eso no existe y ella le dice tú porque no crees… Tratamos de mantenerle su niñez, porque es mantener su inocencia activa”, considera la madre.
En cambio, Mario Dishmey llevó a su hijo de diez años a un centro de ventas de juguetes de esta capital a elegir su obsequio, como ha venido haciendo en los últimos cinco años. “Él es muy selectivo e inteligente y sabe lo que le gusta y como le gusta. Él tiene todavía juguetes de hace cinco años y juega con ellos. No le gusta desprenderse de ellos, porque el mismo lo selecciona”, dice acerca de Melkys, quien tiene fascinación por muñecos alusivos a los tiempos prehistóricos.
Para Cristina Sepúlveda, abuela de cuatro, es importante hacer consciente a los infantes del esfuerzo que hacen los adultos para que un día como hoy puedan tener juegos nuevos. “Nosotros todavía mantenemos la cultura, pero uno le va enseñando como es y cómo está la situación, que uno se esfuerza para que ellos pasen un bonito día”, cuenta.
Distinto piensa Marilyn Arias, quien durante los primeros ocho años de su hija le inculcó la cultura de guardar hierbas, agua y leche a los Reyes Magos y a sus camellos. Ayer fue a comprar juguetes junto a su chica de diez años, por primera vez. “Mantuve la tradición todo el tiempo. Nunca la traje a comprarlos. A los ocho años, ella supo que no era Santa que llegaba”, narra.
Lamentó que la magia de este día se haya ido perdiendo con el transcurrir del tiempo, llevándose consigo la capacidad de asombro de los niños. “Antes de vecino a vecino compartían y el Día de Reyes era un día completo de juegos, ahora no, porque la mayoría de los niños piden cosas tecnológicas que las van a disfrutar solos”, sostiene.
¿Cuáles son los juguetes más vendidos aquí? Preguntó elCaribe a Elizabeth Melo, subgerente de tiendas de Juguetón. “Los más buscados siguen siendo beyblade, patines, patinetas, bicicletas, juegos de mesas y barbie”, explicó.
