En Valle Nuevo seamos coherentes con el medio ambiente

La coherencia debe ser una virtud característica de todos los que permanentemente estamos expuestos a los medios de comunicación, porque la prensa y la población van llevando notas de todo lo que decimos y escribimos en cada situación de interés&#823

La coherencia debe ser una virtud característica de todos los que permanentemente estamos expuestos a los medios de comunicación, porque la prensa y la población van llevando notas de todo lo que decimos y escribimos en cada situación de interés para la nación, ya que si hay evidencias de incoherencias o inconsistencias, indistintamente de que estén separadas por el tiempo, por las circunstancias, o por nuestra política militancia, la prensa y la sociedad siempre distinguirán si actuamos por coherencias o por conveniencias.

En todos los casos de luchas ambientales debemos ser coherentes con los textos legales y por ello cuando el Ministerio de Ambiente y la Dirección General de Minería autorizaron instalar una cementera en el área de amortiguamiento del Parque Nacional Los Haitises nos opusimos al lugar porque violaba el Decreto 233-96, pues no se puede superponer un derecho minero nuevo sobre un derecho ambiental viejo, oposición que, sin espera, nos generó malquerencias de una gran parte de la comunidad minera; del mismo modo que en el conflicto de la loma Miranda hubiésemos querido invocar que la zona fuese declarada Parque Nacional, pero la Ley Minera 146-71 nos lo impedía porque las concesiones de explotación minera son válidas por 75 años y mientras una concesión minera esté vigente, al amparo de la Ley Minera, no se puede superponer un derecho ambiental nuevo sobre un derecho minero viejo, posición que también nos generó algunas malquerencias a nivel nacional, pero mayormente en la comunidad ambiental, aun a sabiendas de que decíamos lo que dice el texto legal.

Por mantener esa misma coherencia nos ganamos las malquerencias de un importante partido político de oposición, y de su candidato a dirigir la nación, cuando, al ser consultados por más de una docena de medios de comunicación que llegaron simultáneamente a nuestras oficinas inmediatamente después de participar en una rueda de prensa donde el amigo y candidato presidencial dijo que se le estaba negando una concesión de explotación minera en Azua por retaliación política, respondimos que sería violatorio a la Ley de Áreas Protegidas 202-04 otorgar una concesión de explotación minera dentro del Parque Nacional Francisco Caamaño, porque la Ley de Áreas Protegidas no hace excepciones para los candidatos presidenciales, y menos en los parques nacionales, especialmente porque ese mismo candidato presidencial había exigido meses antes que la loma Miranda fuese declarada como parque nacional, quedando así expuesta una incoherencia colosal.

Es el mismo caso del Parque Nacional Valle Nuevo, donde, por ser coherente con su visión ambiental, ya en el año 1993 el entonces presidente de la República, Joaquín Balaguer, ordenó sacar de allí a los agricultores y dueños de cabañas por tratarse de una Reserva Científica, para luego declararla como Parque Nacional mediante el Decreto 233-96, pero donde los posteriores gobernantes y funcionarios del área ambiental, por no ser coherentes con las leyes ambientales, permitieron que la zona fuera reocupada y deforestada para sembrar frutas y vegetales, dañando así cabeceras de importantes ríos como el Nizao, Las Cuevas, Grande, etc, y donde ahora la Resolución 14-2016 ha dado un plazo de 120 días para salir de allí, el cual vence el próximo 29 de enero.

Es lamentable que en un acto de incoherencia ambiental, algunos agricultores, algunos productores agrícolas, algunos sacerdotes y hasta el mismo expresidente de la República que promulgó la Ley Ambiental 64-00 y la Ley de Áreas Protegidas 202-04, y que ayer, en violación a la Ley Minera 146-71 y a la Ley Ambiental 64-00, exigían que la loma Miranda fuese declarada parque nacional, hoy se resistan al cumplimiento de la disposición legal que, amparada en la misma Ley 202-04, ordena el desalojo del Parque Nacional Valle Nuevo, y pidan un diálogo sobre la base de que la agricultura y la pecuaria son compatibles con los planes de manejo de las áreas protegidas, olvidando que la Ley 202-04 establece claramente que “los objetivos de los parques nacionales son: proteger la integridad ecológica de uno o más ecosistemas de gran relevancia ecológica, para provecho de las presentes y futuras generaciones, evitar explotaciones y ocupaciones intensivas que alteren sus ecosistemas, y desarrollar actividades científicas, educativas, recreacionales y turísticas”, por lo que la agricultura intensiva y la pecuaria marginal no pueden encajar en ese protegido lugar.

Es evidente que quienes en el caso de Los Haitises apoyaron la explotación minera no fueron coherentes frente a las leyes que regulan el medio ambiente, quienes en el caso de loma Miranda exigieron declararla parque nacional no fueron coherentes frente a la Ley Minera nacional, quienes en el caso del Parque Nacional Francisco Caamaño pidieron una concesión para explotaciones minerales no fueron coherentes frente a las conocidas leyes ambientales, ni frente a sus anteriores exigencias ambientales, y ahora, quienes apoyan la agricultura en el Parque Nacional Valle Nuevo no son coherentes frente a las mismas leyes ambientales que antes han promulgado, y que en nada han cambiado. Seamos coherentes para mantener la confianza que nos tiene la gente. l

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