Raquel Peña reitera que la nación dominicana está en la mejor disposición de un diálogo “franco, serio y equitativo”

La vicepresidenta de la República, Raquel Peña, dijo que está a la espera de que la Organización de Estados Americanos (OEA) visite la frontera entre la República Dominicana y Haití, en la parte del río Masacre-Dajabón, donde se construye un canal para derivar las aguas del afluente hacia territorio haitiano.

La expectativa de la vicemandataria surge luego de que el Gobierno dominicano solicitó ayer, al secretario general del organismo internacional, Luis Almagro, acudir “con urgencia” a la zona en cuestión, para recabar la información pertinente y rendir un informe detallado al Consejo Permanente de la OEA, para su edificación sobre la situación que ha dado origen a un conflicto bilateral entre ambas naciones.

“Esperamos que venga (la OEA) pero lo más importante es que podamos sentarnos en una mesa donde podamos discutir el tema y buscar una solución para ambos países”, indicó Peña.

Asimismo, valoró de manera positiva la iniciativa de la OEA en llamar al diálogo entre la República Dominicana y Haití con respecto al río Masacre y ofrecer su apoyo directo en la mediación a través de algún Estado asociado u organización subregional.

En este sentido, Peña reiteró que la nación dominicana está en la mejor disposición de un diálogo “franco, serio y equitativo”, para resolver el impasse.

“Vemos esa respuesta de la OEA de manera muy complacida para nosotros en el sentido de que lo que buscamos es un diálogo, esa es la posición de la República Dominicana, un diálogo franco y qué mejor entonces que un órgano con la calidad como lo tiene la OEA”, manifestó la vicepresidenta.

De su lado, el presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez, difiere de la intención de la OEA de interceder en las posibles conversaciones entre las autoridades dominicanas y haitianas. “La OEA no tiene suficiente credibilidad entre los dominicanos por todo lo que ha ocurrido históricamente pero además por la actitud asumida”, sostuvo.

Destacó que la República Dominicana no ha renunciado nunca a conversar sobre su reclamo al respeto del Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929 firmado por la República Dominicana y Haití.

“Hay que ceñir todo alrededor de ese contenido y ese tratado y ver si ciertamente se han desviado recursos del río, y como en efecto se ha disociado hay una violación al tratado internacional. Ahí hay que disuadir y convencer a los haitianos, ya sea la parte oficial o la parte del empresariado o los sectores de poder que están en eso para que ellos desistan, que paren eso, respeten ese convenio y entonces haya una conversación que pueda conducir a un advenimiento”, expresó.

Precisó que previo a cualquier diálogo es necesario para la construcción del canal en el territorio haitiano como estableciera el Gobierno dominicano en respuesta a la propuesta de la OEA.

Respuesta a la OEA

La República Dominicana apeló “encarecidamente” a la Organización de Estados Americanos (OEA) para buscar una solución al conflicto que mantiene con Haití a causa de la construcción en territorio haitiano de un canal para tomar agua del fronterizo río Masacre.

A través de un comunicado, el Gobierno dominicano solicitó al secretario general del organismo, el uruguayo Luis Almagro, visitar “con urgencia la zona en cuestión, recabar la información pertinente y rendir un informe detallado al Consejo Permanente de la OEA para su edificación sobre esta situación”.

En adición, “el Gobierno dominicano se reserva el derecho a recurrir a los demás órganos de la OEA o a cualquier otra instancia internacional relevante”, agregó la nota divulgada por la Presidencia Nacional, después de que Almagro llamara a ambos países a un “diálogo franco” sobre esta cuestión.

En el comunicado, la República Dominicana reiteró su disposición al diálogo con las autoridades haitianas, “pero con la única condición de que decidan la paralización de la construcción del canal de trasvase” en el río -Masacre del lado haitiano y Dajabón del lado dominicano-.

La República Dominicana mantiene cerradas desde el 15 de septiembre las fronteras por aire, mar y tierra con Haití para exigir la paralización del canal, a cargo del sector privado, pero que cuenta con el respaldo del Gobierno haitiano.

La construcción unilateral del canal con capacidad de desviar el curso del agua del río y que no cuenta con estudios técnicos que avalen este proyecto, “significaría la posible extinción del caudal del río aguas abajo hasta su desembocadura”, agregó la nota.

No es desvío ni trasvase; es derivación

A propósito de la crisis diplomática entre República Dominicana y Haití, hay un término fundamental que ha sido manejado de manera errónea.

Y es que para el profesor en gestión de agua y ex director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Silvio Carrasco, se ha utilizado incorrectamente la palabra “desvío” o “trasvase” para referirse a las razones de los haitianos para construir el canal. De hecho, la palabra correcta para referirse a tales acciones es “derivación”, que no es más que sacar o separar una parte del todo, o de su origen y principio; como el agua que se saca de un río para una acequia.

No es un “desvío” porque el río seguirá su caudal ni es un “trasvase” porque no se va a sacar el agua de un recipiente a otro.

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