Vicios de construcción y gestión afectan el comedor de la UASD

Además de las interminables filas para conseguir un plato de comida por apenas cinco pesos, el comedor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) es famoso por su limitado menú, excesivo en carbohidratos y escaso de proteínas.

Además de las interminables filas para conseguir un plato de comida por apenas cinco pesos, el comedor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) es famoso por su limitado menú, excesivo en carbohidratos y escaso de proteínas.Arroz blanco con espaguetis o coditos; moro con jamón guisado y tomate, o el temido locrio de arenque, son algunas de las opciones de los comensales de escasos recursos que acuden allí a saciar el hambre durante las jornadas de clase.

Pese a que los estudiantes y el resto de la familia universitaria aguardaban la esperanza de que la inauguración del nuevo comedor, construido en 2012, a un costo de RD$1,300 millones, y puesto en funcionamiento un año después, supondría la mejora de los servicios, no ha sido así.

El calor agobiante, la falta de higiene en los utensilios donde se sirven los alimentos, las kilométricas filas y las filtraciones en los techos de la edificación con menos de cuatro años de uso, indignan a los bachilleres, empleados y maestros.

Un barril sin fondo

Durante una asamblea extraordinaria celebrada en el Aula Magna el pasado 15 de febrero para discutir si se levantaba el paro de docencia en esa casa de estudios, el expresidente de la Federación de Profesores de la UASD (Faprouasd), Héctor Sánchez, insistió en la necesidad de mejorar la calidad, eficiencia y transparencia del comedor, como parte del proceso de saneamiento gerencial e institucional que reclaman a sus autoridades.
Sánchez, quien fungió como coordinador de la comisión de diálogo que terminó con la huelga de tres semanas que retrasó el inicio del semestre, aseguró ante cientos de maestros que el comedor es un barril sin fondo, cuyo presupuesto sirve para financiar las campañas de los candidatos a rectores.

“¿Ustedes no saben que desde el comedor es que se financian los candidatos a rectores? ¿No lo saben? Chúpense el deo (sic). ¿No lo saben? Y eso se negocia, incluso, quién lo va a dirigir en cada rectoría, si no lo sabían. Y ustedes no se imaginan cuántos cuartos se están yendo ahí. Eso es un barril sin fondo y una comida que el que se la come tiene que beberse de una vez un trimesul pa’ poder aguantar”, proclamó el profesor, arrancando los aplausos de sus pares.

Sin embargo, el rector Iván Grullón Fernández, defendió en noviembre pasado, la labor del comedor y la calidad de los alimentos que allí se sirven, argumentando que nunca se ha enfermado nadie.

Durante una visita a elCaribe, el ex presidente de Faprouasd denunció que la universidad dilapida alrededor de RD$600 millones al comprar combustibles y alimentos sobrevaluados para el comedor universitario.

Sánchez, también cuestionó las limitadas horas de servicio que rinde anualmente la entidad, pues de 52 semanas que tiene el año, sólo se trabaja 22.

“El comedor puede ser una empresa que produzca comida las 32, 30 semanas que quedan para venderle al Estado y a las escuelas públicas y tener ingresos para la UASD. ¿Por qué no hacen eso? (Aplausos) Ah, no. ¿Para qué? ¡Qué bueno! Sólo 22 semanas, y las otras 32, ¿dónde está ese personal?, preguntó.

OISOE repara la edificación

Otros cuestionamientos al comedor tienen que ver con los severos vicios de construcción que llevaron a la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), la misma entidad que lo construyó bajo la gestión de Félix Bautista, a intervenir la edificación en noviembre pasado para corregir los problemas de filtraciones y de ventilación.

En esos días, el rector, acompañado del actual director de la OISOE, Francisco Pagán, dijo que los trabajos de remozamiento tomarían alrededor de tres meses, tiempo que no ha sido cumplido.

Durante una visita de elCaribe al lugar, se vieron decenas de fundas de cemento, losetas apiladas y varios obreros trabajar en los techos y en la parte frontal del edificio, situado detrás de la Facultad de Humanidades.

Una fuente de entero crédito informó a este diario que los trabajos fueron adjudicados a varias empresas contratistas, que han intentado dos veces entregar la obra sin haber corregido los males que estaban llamadas a resolver.

La fuente que pidió discreción dijo que el director de la Oisoe, Francisco Pagán, se ha negado a recibir la obra, pues cada vez que se audita no cumple con los estándares exigidos.

7,500 raciones
Son servidas de lunes a viernes durante la hora de almuerzo y otras cuatro mil de 5:00 p.m. a 8:00 p.m. durante la cena.

Comensales
La estructura tiene capacidad para dar servicio a 2,500 personas al mismo tiempo. Cuenta con 12 cuartos fríos.

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