Las campañas negativas y/o sucias han sido constantes en la política dominicana, desde las elecciones para escoger la Junta Central Gubernativa, en la que el general Pedro Santana se impuso al patricio Juan Pablo Duarte, hasta nuestros días.

Pero ha sido en las elecciones organizadas a partir de 1962 que las campañas negativas y/o sucias han venido ganando terreno en República Dominicana, siendo sus principales víctimas el profesor Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez y los expresidentes Hipólito Mejía y Leonel Fernández, así como, en menor medida, Miguel Vargas Maldonado y el mismo presidente Danilo Medina.

Duarte, la primera víctima

Una vez lograda la expulsión de los haitianos, la Iglesia tomó partido abiertamente con el sector conservador e hizo los más ingentes esfuerzos para que los liberales de La Trinitaria quedaran excluidos del poder.

El 28 de julio de 1844 (16 años después de las elecciones de EE.UU.), el arzobispo Tomás Portes e Infante emitió una carta pastoral excluyendo del cristianismo a los duartianos y apoyando a Santana. Y uno de los argumentos esgrimidos por el arzobispo Portes e Infante era la relación de Juan Pablo Duarte con la Masonería.

Ya para el 16 de Mayo de 1930, Rafael Leónidas Trujillo Molina y Rafael Estrella Ureña fueron declarados ganadores de un proceso electoral viciado y lleno de difamaciones relativas a actos de corrupción, en el cual la Alianza Nacional Progresista, que llevaba como candidato a la Presidencia a Federico Velásquez y a vicepresidente al líder horacista, Ángel Morales, se vio obligada a retirarse

Del 62 en adelante

Otro episodio de campaña sucia lo vemos en 1962, en el que participaron los partidos Revolucionario Dominicano (PRD), con Juan Bosch como candidato a la Presidencia, y la Unión Cívica Nacional (UCN), con Viriato Fiallo

Ante la evidencia de que Bosch ganaría, la UCN, a través del padre Láutico García y en consonancia con los sectores conservadores del país y Estados Unidos, desataron una brutal campaña contra el profesor Juan Bosch, a quien acusaba de comunista y lo ligaba directamente con la revolución cubana.

A lo largo de los gobiernos de Joaquín Balaguer, Bosch fue víctima de campañas como que no quería ser presidente, o que tenía un pacto con el mismo Balaguer. Pero una de las más brutales contra Bosch fue la de 1994, ya que los balagueristas repitieron hasta la saciedad que el líder del Partido de la Liberación Dominicana era marxista y no creía en Dios.

Desde que emergió como líder político, José Francisco Peña Gómez fue blanco de las maquinaciones de Juan Bosch, que lo acusaba de forma permanente de “degenerado”, mientras que grupos nacionalistas hicieron del color de su piel y su origen haitiano un peligro para la dominicanidad, ya que, afirmaban, que de ser presidente unificaría República Dominicana con Haití. Las campañas de 1994 y 1996 fueron vivos ejemplos de ello.

Hipólito, Leonel y el narcotráfico

Al igual que en su momento lo sufrió Peña Gómez, a quien balagueristas y peledeístas acusaron de recibir de un narcotraficante una maleta llena de dólares, los expresidentes Hipólito Mejía y Leonel Fernández fueron ligados al narcotráfico para descalificarlos políticamente.

En la campaña de 2012, Wilton Guerrero, senador de Peravia por el PLD, dijo que Mejía había viajado a Sinaloa, México, en una aeronave piloteada por el piloto personal del entonces principal narcotraficante del mundo, el Chapo Guzmán, jefe del Cartel de Sinaloa y que hoy está siendo juzgado en Nueva York, EE.UU.

Pero en la campaña por la nominación presidencial del PLD para las elecciones de 2016, hizo aparición pública el narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo, que había sido extraditado a EE.UU., y “reveló” que había aportado dinero para las campañas de Leonel Fernández.

Hoy día, es el equipo de Fernández el que asegura que Quirino fue traído al país por los danilistas, a quienes acusan de estar orquestando otra campaña similar para aniquilar políticamente al presidente del PLD, quien aspira a ser candidato del partido en momentos en que hay señales de que el presidente Danilo Medina trata de reformar la Constitución para buscar la reelección.

Miguel y Marbella

En 20017, Miguel Vargas, candidato por el PRD, fue ligado por el PLD al a la red de corrupción inmobiliaria orquestada por funcionarios del cabildo de Marbella, en España, y que encubría diversos ilícitos penales.

¿Qué son las campañas sucias y negativas?

Para abordar el tema es preciso entender que las campañas sucias y/o negativas tienen por objeto debilitar al adversario, pero con estrategias diferentes. Las negativas resaltan y explotan al máximo los errores del adversario, creando dudas sobre su capacidad y honestidad. Las campañas sucias, en cambio, están dirigidas a destruir la persona del adversario, y con ello, descalificarlo políticamente en base a la mentira fundamentada en elementos de verdad. Ejemplo de ello lo recoge la campaña presidencia de Estados Unidos de 1828, cuando los demócratas, que tenían como candidato a Andrew Jackson, se enfrascaron en una campaña de difamación contra Quincy Adams y los republicanos.

Danilo es señalado con relación a Odebrecht

Desde que estalló el escándalo de corrupción de Odebrecht en diciembre de 2016 en EEUU, dirigentes del PLD, funcionarios del gobierno y el mismo presidente Danilo Medina han sido señalados como beneficiarios de la financiación de campañas electorales y sobornos por parte de la constructora brasileña, que en el país dirigía Joao Santana, y quien a su vez estuvo involucrado en la campaña presidencial de Medina en 2016.

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