Santiago. La medida tomada por la Dirección de Minería es respaldada por varios sectores que luchan por el rescate de varios ríos afectados con la extracción de ámbar en la cordillera Septentrional.
Saúl Abreu, director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo Incorporada (Apedi), consideró atinada la medida para promover y agregar valor al ámbar como materia prima. La Dirección de Minería informó que tratarían de reducir la exportación de ámbar, lo que es visto con ojeriza por los que viven de su extracción en al menos diez comunidades de las provincias de Santiago y Puerto Plata.
“La exportación en bruto de este recurso no renovable deja poco beneficio en las comunidades donde se extrae”, expresó Abreu a reporteros de elCaribe. Sin embargo, considera que la medida hay que complementarla con entrenamiento en la producción de joyas de ámbar o en al menos algunos niveles de procesamiento.
Abreu cree que también hay espacio para apoyar en los encadenamientos productivos, especialmente ante el aumento del flujo de turistas, como los cruceristas, que permita que la oferta llegue a los mismos, generando riquezas a nivel local. Al menos seis son los ríos que nacen en la cordillera que se ven afectadoscon la reducción de sus cauces.
Los afluentes son los de Jacagua, Gurabo, Palo Quemado y los de San Francisco de Yásica y Yaroa. Sin embargo, representantes de organizaciones sociales ven con preocupación los daños causados en la cordillera septentrional debido a la explotación indiscriminada para la extracción de ámbar.
Rubén Rodríguez dijo que a pesar de pérdidas de vidas mientras realizan labores de excavación de forma rudimentaria y el daño a los principales ríos, ninguna autoridad ha intentado detener las operaciones. Desde campesinos hasta empresas extranjeras adquieren fincas cercanas a afluentes para luego explotarlas. La situación se agrava con la extracción indiscriminada en la zona de Palo Quemado y La Cumbre.
