Santiago. Las limitaciones de documentos para acceder al sistema educativo dominicano han llevado a organizaciones de pastores haitianos a crear escuelas y colegios en barriadas empobrecidas de Santiago para hijos de padres de la vecina nación.

En el barrio Las Mercedes, ubicado en la parte norte del municipio cabecera de Santiago de los Caballeros, funciona una sala de tarea en el mismo lugar donde se imparte la palabra de Dios, en una iglesia cristiana.

El pequeño espacio recibe diariamente a 14 niños de padres haitianos que por falta de documentos no fueron inscritos en las escuelas del sector. En la pequeña iglesia, la pastora Claudette Harris Mehus enseña tres lenguas: español, francés e inglés.

La religiosa dice que apenas una niña asiste con regularidad a un centro de estudio avalado por el Ministerio de Educación. Cada estudiante acude uniformado y según la pastora, el resultado obtenido con esta sala de tarea ha sido significativo.

Comunidad se integra

En la comunidad Monte Adentro, los pastores forman al menos 85 niños de nacionalidad haitiana que requieren del aprendizaje del idioma español para poder ingresar a un centro educativo. El centro, en proceso de reconstrucción, está ubicado en la comunidad Los Colases de Monte Adentro y es levantado con recursos de una fundación, la iglesia cristiana y los padres de los menores y la misma comunidad haitiana que reside en esa zona.

También reciben apoyo de la “fundación Futuro lleno de Esperanza”, que donó el terreno que sirve como espacio para sala de tarea. Cuatro maestros enseñan en igual número de aulas habilitadas.

El pastor Henry Noel, quien trabaja en la enseñanza de los niños, indica que del total de inscritos para la sala de tarea donde enseñan el idioma francés, creole y español, 10 % son hijos de padres que carecen de documentos de identidad.

“Al ver que había muchos niños en las calles, tomé la iniciativa para prevenir que no sean delincuentes. Muchos de estos niños nacieron en República Dominicana, pero de padres haitianos, aunque sí todos los menores tienen sus documentos”, apuntó.

El espacio para tareas lleva ya diez años funcionando en la zona. Los menores son tomados desde los tres a 12 años, hasta que puedan comprender el idioma e insertarse al sistema educativo.
En los últimos años, al menos cinco locales han sido habilitados para la enseñanza de estos niños en diferentes comunidades.

Estudian avalados por Ministerio de Educación

En el barrio Arroyo Hondo Abajo desde hace un tiempo funciona el colegio Juan Pascal, con un total de 80 niños de ascendencia haitiana, pero en este caso opera como un colegio privado. Los niños no presentan ningún problema de documentación y están afiliados al Ministerio de Educación. Los alumnos aprenden el español y francés, además el inglés. El personal docente también es de nacionalidad haitiana. También Acción Callejera durante un tiempo brindó apoyo como sala de tarea a decenas de niños de nacionalidad haitiana, a los que también suplía alimentación.
Actualmente lo hacen de manera limitada, primero por la pandemia del covid-19 y luego por bajar las ayudas económicas.

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