Santiago. El caos que se generan con las largas filas en bancos y supermercados, ha encontrado un nicho para que algunas personas se lucren de la situación que enfrentan los ciudadanos ante el COVID 19.
La modalidad es consiste en que guardar turnos para aquellos que necesitan hacer diligencias. En su mayoría son jóvenes que forman grupos de cuatro o cinco personas para poder disfrazarse de clientes. Algunos usuarios se estos servicios han optado por comprar un puesto que por lo regular le sale en 300 y hasta 500 pesos.

“Cuando uno se ve atareado y quiere llegar rápido a su casa, paga hasta lo que no tienen para tomar un turno rápido”, apunta una mujer la que no quiso identificarse. A esto se agrega, que a pesar de la disposición de algunos bancos de no permitir que clientes acudan sin mascarillas, esto sigue ocurriendo con cierta regularidad.

Posted in Destacado, Región Norte

Más de destacado

Más leídas de destacado

Las Más leídas