Santiago. Yudith del Carmen Martínez tiene que levantarse tres veces por semana a la 1:00 de la madrugada para almacenar un poco de agua en barricas, debido a que la falta del servicio se ha agudizado en el ensanche Hermanas Mirabal en Santiago.

Y es que a pesar de que el embalse Tavera-Bao que alimenta al acueducto Cibao Central, y que a su vez permite brindar de agua potable a más de un millón de personas en Santiago y Moca, experimenta buena capacidad de almacenamiento, cada día llueven más las quejas de la población por la falta del vital líquido y porque llegar amarillento.

En la misma situación de Yudith del Carmen Martínez se encuentran los moradores de los barrios El Ejido y Ensanche Bolívar.

“En los tres días que llega de madrugada, casi siempre llega sucia y no podemos usarla para nada”, explica Martínez.

Narra que aunque la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago envía un camión con agua, éste apenas pasa por una calle, lo que impide a muchos almacenarla.

En el caso de los residentes en el proyecto habitacional “Mi Vivienda” que construyó el Gobierno en el sector Los Salados, en la parte norte del municipio de Santiago de los Caballeros, carecen de agua permanente.

Sus moradores tienen que comprar agua en botellones, o esperar que de vez en cuando envíen un camión.

En tanto que el exdirector de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago sugirió a las autoridades de la entidad acuífera investigar el contenido de hierro y manganeso del agua que viene suministrando a Santiago en los últimos meses.

Hamlet Otáñez, que además es presidente del partido Fuerza del Pueblo, dijo que por testimonios informales de ciudadano y “de mi propia esposa en la casa”, ha escuchado quejas sobre el color, sabor y olor desagradable del agua potable que se suministra a la población.

Hasta ahora, no se han identificado efectos perjudiciales para la salud relacionados con estos elementos.

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