Santiago. Nereida del Carmen Aquino conoce en carne propia lo que es vivir en plena miseria, sin un techo digno donde protegerse de las lluvias.
La dama, cuya casa se le desplomó hace cinco meses debido a su enorme deterioro, ha tenido que refugiarse en una pequeña habitación prestada hasta tanto consiga una mano amiga que le ayude a reconstruir.
“Yo no puedo pagar habitación porque soy una mujer sola, enferma, no trabajo, todo lo mío es para medicamentos. Sufro del corazón, cuello y me hincho”, explicó la señora de 60 años, quien residía en la parcela #53 del sector Prolongación Hermanas Mirabal, ubicado en Hato del Yaque. En los alrededores del lugar solo quedan los trozos de sueños rotos, madera, zinc y utensilios deteriorados a la intemperie. Si desea colaborar con la causa puede llamar a Nereida al 829-685-9437.