Santiago. Los 120 vendedores del mercado de Pekín pasaron de la pasividad a las protestas para demandar de la alcaldía la terminación del local que los alojará.
Los trabajos de reconstrucción de este espacio llevan dos años y seis meses paralizados y parte de los módulos son ocupados por consumidores de drogas. En esta ocasión, se concentraron frente al edificio en construcción que se encuentra avanzado en un 75 por ciento y montaron un piquete.
Los afectados consideran que el alcalde Abel Martínez se ha hecho indiferente ante los reclamos de los vendedores que mantienen ocupados con sus tarantines parte de la calle principal del sector Pekín. Félix Antonio Colón, presidente de la asociación que agrupa a los pequeños comerciantes que van desde vendedores de verduras hasta reparadores de calzados, de ropa, dijo que están cansados de no ser escuchados a pesar de que han puesto el diálogo como alternativa a la problemática.
Los dirigentes de la asociación dijeron que en varias ocasiones han enviado misivas al alcalde Abel Martínez, al presidente del Concejo Edilicio, Luis José Estévez y Fernando Rosa del Fondo Patrimonial (Fonper) y todos se han hecho los sordos y ciegos.
“Ya no aguantamos más la insalubridad y la incomodidad que estamos pasando, lo que en la actualidad estamos ocupando este mercado que ya apenas quedamos como 60 aquí porque los demás no tienen cómo sobrevivir en esta situación”, apuntó Colón.
La asociación de vendedores otorgó un plazo hasta enero del próximo año para que se reinicien los trabajos, de lo contrario estarán en las calles con un plan de lucha constante.
A las quejas de los vendedores se han sumado las familias que tienen sus viviendas cercanas al mercado, debido a que supuestamente los llamados “piperos”, hacen sus necesidades y dejan los excrementos, causando un hedor insoportable en el lugar. El local de dos niveles fue iniciado en abril del 2015, en la gestión del entonces alcalde Gilberto Serulle.
