Las infecciones respiratorias agudas constituyen una de las cinco enfermedades de mayor incidencia en el país y solo en el año 2016, provocaron 3 millones de muertes a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hasta el 30 de noviembre de este año, estos padecimientos que afectan el tracto respiratorio y ameritan hospitalización, pudiendo degenerar en neumonía en su forma más grave, habían provocado 12 muertes en el país, según el más reciente boletín epidemiológico del Ministerio de Salud Pública.

Estas estadísticas motivaron a la especialista en epidemiología de campo, Paola Almonte, a realizar una investigación consistente en un análisis descriptivo de los casos de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG) en los hospitales de referencia regional José María Cabral y Báez y el Infantil Arturo Grullón en el periodo 2014-2018.

La investigación centrada en describir el comportamiento de las IRAG, así como las tasas de incidencia, letalidad, positividad de muestras y calidad de los datos, revela que en ese periodo se registraron 51 muertes solo en esos dos centros ubicados en Santiago de los Caballeros, siendo el 2018 cuando se registró el mayor número de casos.

La galena destacó que en el análisis retrospectivo de los datos, se observó que la enfermedad prevenible con normas básicas de higiene y que aumenta su incidencia en la temporada de invierno, afecta en más de un 70% a los niños menores de cinco años y a los mayores de 60, es decir, en los extremos de la vida y se repitió con más frecuencia en niños de menores de uno.

Almonte explicó que estas enfermedades son objeto de vigilancia epidemiológica mediante la llamada vigilancia centinela en centros especializados, que contemplan la toma de muestra a los pacientes que presentan fiebre mayor a 13 grados Celsius y tos por más de diez días que ameriten hospitalización, mediante un hisopado o aspiración nasofaríngea que se analiza mediante prueba de laboratorio positiva de reacción de cadena de polimerasa a influenza o a otros virus respiratorios.

Resaltó que en el periodo estudiado, la mayor notificación de los casos de dio en el año 2018 con un 61 por ciento, contrario al 2017 cuando solo se notificaron en un 17 por ciento.

Detalló que en el año 2015 se produjo la mayor cantidad de defunciones a causa de esta patología con presencia estable en el país, con una tasa de mortalidad de 2.1%, seguido del 2016 con doce defunciones.

Baja toma de muestras

Sostuvo que de los 2,149 pacientes atendidos por esta causa en ese lapso de tiempo, solo se le hizo toma de muestra a 1,276, mientras que, de las 51 defunciones a solo 23 se le tomaron muestras de confirmación.

Con respecto a la calidad de los datos, dijo que encontró deficiencias en la completitud de los mismos, y datos aberrantes para validar la edad de los afectados.

Otra de las limitaciones tiene que ver con los resultados de laboratorio, los cuales no contenían la etiología de los casos, es decir, que no permitían establecer la causalidad de la enfermedad.
Dentro de sus conclusiones, la especialista detalla que existe un abaja cobertura de toma de muestras a los pacientes fallecidos y recomendó fortalecer las capacidades para la detección y notificación oportuna de los casos.

Recomendaciones

Asimismo, instó al Ministerio de Salud a aumentar la promoción de medidas preventivas de la enfermedad, en especial en las escuelas de preescolar, donde se concentra la población más vulnerable.

Sostuvo que es especialmente importante que los epidemiólogos de Santiago y de la Dirección General de Epidemiologia hagan un monitoreo constante de la información provista por los centros centinela para mejorar la calidad de los datos.

Almonte hizo la presentación de la investigación durante la graduación de la Vigésima Tercera Promoción de 19 nuevos profesionales de la salud egresados del Programa Nacional de Entrenamiento en Epidemiología de campo, auspiciada por el Ministerio de Salud Pública, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos a través de la Dirección General de Epidemiología (DIGEPI), con el aval académico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Formación de recursos humanos

El ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, exhortó a los profesionales a continuar capacitándose hasta lograr el máximo nivel como es el doctorado en salud que se hace necesario para fortalecer las capacidades de los recursos humanos a fin de garantizar la salud de la población a través de acciones de prevención y control.

Gracias al convenio con los CDC el Ministerio de Salud ha logrado formar 481 egresados del nivel básico y más de 100 del nivel intermedio.

El representante en el país del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, doctor Luis Bonilla, resaltó la importancia que tiene para el país la capacitación de nuevos profesionales en el nivel básico en epidemiología.

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