Llegaron con sus bebés en brazos, envases con leche materna congelada y unas ganas inmensas de regalar vida a los recién nacidos prematuros en condición de riesgo de la Maternidad La Altagracia.
A primera hora de la mañana, un grupo de madres de Prolactar RD, llenó la sala de espera del Banco de Leche Humana Josefina Coén, de ese centro hospitalario, y por sexta ocasión realizaron una donación colectiva, que esta vez alcanzó los 7,590 mililitros, equivalentes a 253 onzas.
En el grupo sobresalen dos argentinas, una guatemalteca y una oriunda de Tanzania residentes en el país, para quienes la lactancia es algo tan natural que se extrañan cuando ven que en la República Dominicana amamantar es casi una excepción.
“Venimos de manera desinteresada a dar el mejor regalo, un regalo que no se puede comprar con dinero, que es nuestra leche materna. Es un acto altruista que viene a mostrarle a la sociedad que además de lactar a nuestros hijos también podemos salvar vidas de bebés prematuros”, resaltó Aurelina Estévez, líder de Prolactar RD, un grupo sin fines de lucro de apoyo a la lactancia.
Estévez, quien es considerada donante estrella del banco de leche, hizo un llamado a las autoridades para que apoyen las acciones del Banco, promuevan la lactancia materna y cese la discriminación que sufren algunas madres cuando intentan dar el seno en público.
Sienten discriminación
“Cada vez que nosotras queremos amamantar en un lugar público, aunque no nos digan nada, nos miran de manera despectiva, porque entienden que cuando sacamos el seno para alimentar a nuestros hijos estamos ofendiendo a otras personas. Sin embargo, yo veo que muchos actos que sí merecen ser rechazados, como la corrupción, la droga y otros males sociales, nadie hace ni dice nada”.
Dijo que el año pasado se proponían realizar una “amamantadera” colectiva en una reconocida plaza comercial de la capital para promover la lactancia y sólo recibieron el silencio como respuesta, negándoles así el espacio.
Espera que para la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, del 1 al 8 de agosto próximo, el país se una para apoyar a aquellas madres que dan el alimento recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mientras Aurelina habla, la bebé de Swamny Smith está prendida del pecho de su madre. Ya tiene cinco meses, y aunque nació con apenas tres libras, ha logrado quintuplicar su peso gracias a las bondades de la leche materna. “Lactar ha cambiado mi vida y la forma de ver las cosas. Me ha unido a mi bebé”, afirma.
Como ella, Katherine Lugo, también se muestra orgullosa de ser capaz de alimentar a “pura teta” a su bebé en un país donde apenas el 4.7% de madres lacta de manera exclusiva a sus hijos durante los primeros seis meses de vida.
Director del banco agradece gesto
Al agotar su turno, el doctor Santiago Martínez, director del Banco de Leche, agradeció este acto altruista y resaltó su importancia en momentos en que los medios de comunicación se hacen eco de la baja proporción de madres que lactan de manera exclusiva a sus hijos.
“La leche materna es un recurso terapéutico dirigido a conseguir que los recién nacidos de alto riesgo tengan más probabilidades de sobrevivir y tengan una recuperación más rápida. Este recurso invaluable, lo conseguimos gracias a esta actividad de este grupo de mujeres, a quienes valoramos, reconocemos y agradecemos por esta donación altruista, voluntaria que va a repercutir en la salud de nuestros recién nacidos”.
Resaltó que por cada diez niños que mueren antes de cumplir su primer año de vida, entre siete y ocho lo hacen en los primeros 28 días de nacido y que el banco de leche además de ser un centro para la recolección, almacenamiento, procesamiento y distribución de leche, es en primer término un polo de incentivo a la lactancia materna.
Martínez se quejó de la poca colaboración que reciben del Ministerio de Salud Pública, pese a las múltiples necesidades que tienen.
Las donantes, quizás nunca lleguen a conocer a los bebés que tomarán su leche, pero saben que esta especie de “vacuna” les aporta más de 250 nutrientes y les ayudará a no ser parte de las estadísticas de mortalidad infantil, cuya tasa es 25 por cada 1,000 nacidos.
