El 2015 será un gran año

[email protected] caída de más de 50% que se ha producido en los precios del petróleo en los últimos 4 meses, de mantenerse durante el 2015, constituiría el evento externo positivo más importante de los últimos 20 años para la…

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La caída de más de 50% que se ha producido en los precios del petróleo en los últimos 4 meses, de mantenerse durante el 2015, constituiría el evento externo positivo más importante de los últimos 20 años para la economía dominicana.

El impacto más significativo sería sobre la balanza de pagos. Durante los últimos cinco años hemos importado entre 41 y 44 millones de barriles de petróleo y derivados, excluyendo gas natural licuado. Los precios promedios anuales de importación por barril de petróleo y derivados han oscilado entre 76 y 104 dólares, generando una factura petrolera que se ha movido entre US$3,300 y US$4,600 millones durante el período 2010-2014.

La reducción inesperada en los precios del petróleo y sus derivados, de mantenerse, dará lugar una disminución apreciable en el valor de la factura petrolera. Si el precio promedio del barril del petróleo y derivados para el 2015 fuese de US$50, la factura para este año sería de US$2,101 millones, implicando una reducción de US$1,988 millones con relación al nivel del 2013.
Estamos asumiendo que la baja en el precio del petróleo y derivados no generará un aumento en el consumo, un supuesto irreal pues análisis realizados para 124 países desarrollados y en vías de desarrollo del mundo (Dahl, 2012) muestran que las elasticidades-precio de la demanda de gasolina (gasoil) de corto plazo oscilan entre -0.11 y -0.33 (-0.13 y -0.38). Asumiendo que en nuestro caso para toda la canasta fuese de -0.15, con un precio promedio del barril de US$50, que representaría una baja de 48.6% con relación al precio promedio del 2013, se produciría un aumento de 7.3% en el volumen de las importaciones con relación al nivel del 2013, en cuyo caso importaríamos 45.1 millones de barriles en el 2015. A un precio promedio de US$50 el barril tendríamos una factura petrolera de US$2,255 millones. El ahorro con relación a la del 2013 sería de US$1,834 millones.

Una reducción de US$1,834 millones en las importaciones de petróleo y derivados produciría una disminución apreciable en el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos. Partiendo del déficit de 4.1% del PIB del 2013, en un escenario donde la factura petrolera baje en US$1,834 millones, el déficit del 2015 caería a 1.3% del PIB, asumiendo que todo lo demás se mantiene igual. Este último supuesto no parece descabellado si se tiene en cuenta que el notable resurgimiento de la economía norteamericana, principal fuente de demanda de nuestras exportaciones de bienes, de nuestra oferta turística y de origen de las remesas, y el aumento programado por Barrick en el volumen de las exportaciones de oro para este año, permitirían compensar el aumento previsible en el resto de las importaciones que generaría el fuerte crecimiento que exhibiría nuestra economía en el 2015, empujado en parte por el mayor consumo de otros bienes y servicios que produciría el ahorro en gasto de combustibles.

Esta caída significativa en el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos permitiría una mayor acumulación de reservas de divisas y garantizaría la estabilidad cambiaria.

Otro efecto positivo que se derivaría de la baja en el precio del petróleo es la reducción del déficit del sector eléctrico. Cerca del 45% de la electricidad generada en el 2014 fue con plantas que consumen HFO No. 6 y LFO No. 2. Con un precio promedio del barril del petróleo de US$50, lo que acarrea un precio del HFO No. 6 en la vecindad de US$40 y un precio del LFO No. 6 en la vecindad de US$70 el barril, la reducción en el valor de las compras de electricidad por parte de las EDES podría oscilar entre US$380 y US$400 millones en el 2015 con relación a lo Presupuestado, implicando una reducción equivalente en el déficit del sector eléctrico, siempre y cuando, la Superintendencia de Electricidad mantenga inalterado el pliego tarifario vigente, que sería lo razonable si se tiene en cuenta que aún con los precios actuales del petróleo y la tarifa vigente, las EDES seguirían perdiendo dinero. Con relación al déficit del sector eléctrico del 2014 (excluyendo inversiones en plantas de carbón), la reducción sería superior a los US$700 millones.

El Gobierno dejaría de percibir ingresos por concepto del impuesto ad-valorem del 16% que cobra sobre el consumo de los derivados del petróleo. Si el consumo no aumentase, el Gobierno dejaría de recibir RD$10,278 millones (US$224 millones) con relación al monto presupuestado en el 2015. La pérdida sería mucho menor si se tiene en cuenta que el consumo probablemente aumentará, reduciendo la caída de las recaudaciones del impuesto ad-valorem y elevando el aumento proyectado en las recaudaciones del impuesto específico. Adicionalmente, las recaudaciones del Itbis y de los demás impuesto selectivos serían probablemente mayores si se tiene en cuenta que el ahorro de más de RD$80,000 en la compra de combustibles que evidenciarían las empresas y hogares dominicanos en el 2015, se destinaría en buena parte a comprar otros bienes y servicios que están gravados. Como dice un amigo, el 2015 será un Gran Año. 

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