3Rs, una pieza imprescindible para alcanzar economía verde

Lorna Aquino es una profesional de la hotelería, que desde julio del 2009 está vinculada a un oficio totalmente distinto.

Lorna Aquino es una profesional de la hotelería, que desde julio del 2009 está vinculada a un oficio totalmente distinto.Lorna ha dejado atrás la actividad mercantil definida, fundamentalmente, como la venta de servicios de alojamiento y gastronomía para dirigir la empresa Green Love, dedicada a la recolección y transporte de materiales para reciclaje.

De esa forma está contribuyendo a promover la cultura de las 3Rs, que significan reducir, reciclar y reusar, y fortalece así la denominada “Economía Verde”, obteniendo recursos con su negocio.

A Lorna le surgió la idea de comprar desperdicios porque un venezolano -compañero de labores- tenía la curiosidad de no saber qué hacer con el cartón, ya que en su país ese tipo de material se les entrega a las cartoneras.

Actualmente la presidenta de Green Love tiene unos 150 clientes de empresas privadas y 10 centros de acopio.

En un día Lorna visita 17 lugares y se lleva todos los desperdicios a su almacén. Una vez allí los coloca bien clasificados y el camión de la empresa a la que ella le vende  va a recogerlo. De manera global, Lorna recoge unas 30 toneladas al mes, a razón de una tonelada por día.

El caso de Green Love sirve de referencia para destacar cómo en el país hay cada día más conciencia sobre la importancia de “hacer dinero con la basura” y contribuir con el medio ambiente, dando un uso correcto a los desperdicios. “Falta trabajar mucho con la gente, pero vamos avanzando”, sostienen algunos conocedores del tema.

En algunas instituciones privadas y del Gobierno el aprovechamiento de materiales, a través del reúso, es ya una realidad. Por ejemplo, los empleados del Banco de Reservas (Banreservas) han participado en un programa educativo sobre reciclaje y reducción del uso de papel en las oficinas de esa institución financiera, como una forma de contribuir con la protección del medio ambiente.

También la Comisión Nacional de Energía (CNE) inició en septiembre de 2011 el programa  “Zona de Reciclaje”, que involucra a todo el personal que labora en la institución para que implementen las 3Rs. A partir de esa fecha, según informó ayer el encargado de Comunicaciones, Dusan Piña, esa institución reduce, reutiliza y recicla los residuos en las oficinas.

Esto incluye papel, cartón y periódicos, para que con el aporte de cada persona estos desperdicios no se tiren a la basura sino que sean reciclados e incorporados de nuevo al ciclo de vida, evitando así la contaminación del planeta.

Como negocio, los desperdicios son rentables, aunque en el caso de Lorna, no tanto, porque ésta apenas tiene una estructura muy pequeña, según su testimonio y un correo electrónico ([email protected]) que le ayuda con los contactos. Para tener una idea, entre los años 2009 y 2010 el país exportó 676.7 millones de kilogramos de desperdicios variados, por un valor de US$222.8 millones, indican datos oficiales obtenidos en el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD).

Los mercados receptores de esos residuos fueron: Taiwán, Vietnam del Sur, República Popular China, Corea del Sur, Bangladesh, Tailandia, India, Malasia, Singapur, Puerto Rico, Italia, Pakistán, Indonesia, Estados Unidos, Holanda, España y Brasil.

En República Dominicana han sido identificados 348 botaderos de basura y tres vertederos semi controlados, que reciben una producción global diaria de unas 7,891 toneladas de residuos a cielo abierto, según estudios del Programa de la USAID para la Protección Ambiental.

Todos los desperdicios que van a esos puntos pudieran ser aprovechados previamente, en vez de tirarlos. “Faltan políticas más claras sobre el tema, tal como la tienen otros países y gente que reciba más educación sobre ese particular, comenzando desde abajo”, plantea Lorna Aquino, respondiendo a una pregunta de elCaribe.

En la ciudad de Santiago, la Fundación Galicia y la Unión Europea realizan el programa “Únete al Reto Rs”, con el fin de mejorar las condiciones ambientales y la gestión de sus residuos sólidos urbanos. En Santiago cada ciudadano genera al día 1.29 kilogramos de residuos.

Ahorro energético y tipos de residuos

La especialista en reciclaje Giny Hensen, en una conferencia para empleados de Banreservas, en representación del Centro de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Cedaf), dijo que el reciclaje de los diferentes tipos de desechos, además de preservar el medio ambiente, aporta beneficios económicos, a través del ahorro de energía, materia prima, reducción de costos y generación de nuevos productos. “La industria de producción de papel a nivel mundial consume alrededor de cuatro mil millones de árboles cada año y de todo ese papel no se recicla ni siquiera la mitad”, planteó Hensen. Según su experiencia, con el reciclaje se ahorra un 25% de energía en el proceso de fabricación, energía suficiente para el consumo de una casa durante seis meses. Señaló que un residuo podrá denominarse recurso cuando es valorizado y aprovechado luego de ser utilizado por primera vez, mientras que es un desecho cuando es descartado sin ser utilizado.

En el mercado existen diferentes tipos de residuos, especialmente los considerados urbanos, como el papel, plásticos, vidrio, cartón y metal; los orgánicos, que son residuos de alimentos, hojas y hierbas; los hospitalarios, que son las jeringuillas, gasas y medicamentos, y los tóxicos, como baterías, plomo y mercurio.

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