Acceso a la educación

La República Dominicana tiene una gran cantidad de niños de edad escolar legalmente inexistentes como resultado de haber nacido hijos…

La República Dominicana tiene una gran cantidad de niños de edad escolar legalmente inexistentes como resultado de haber nacido hijos de inmigrantes ilegales extranjeros, aunque la madre haya parido en hospital del Estado dominicano, así como por la aplicación del estatus alienante de tránsito mediante el cual se les niega nacionalidad y documentación a los hijos de indocumentados. Como la población de inmigrantes ilegales haitianos se ha estimado desde hace muchos años en cuando menos un millón (ahora algunos hablan hasta de dos millones), en edad escolar, de los ocho a los 18 años, debería haber unos 300,000 niños de origen haitiano nacidos aquí transitando la educación pública, lo cual señala un déficit de registro de aproximadamente un 89 por ciento.

La mera existencia de cifras discordantes de esa magnitud denuncia a la República Dominicana, a esta nación que creemos justa e iniciadora del proceso que terminó en la declaración de los derechos humanos durante la revolución francesa, como nación fascista de voluntad genocida o esclavista, porque no puede verse sino así, que se procure mantener el estatus de ignorancia, a quienes se les niega el pan de la educación con el obvio propósito de sustituir su progenie, muy especialmente cuando se observa que tal condición se logra fácilmente con la negación de la identidad, contenida en la interpretación absurda del estatus transitorio del indocumentado ancestro que produce hijos sin patria.

El derecho a la identidad, al igual que el derecho a la educación, no son pendejadas con que ninguna nación puede jugar. Son ambos derechos fundamentales de la persona en su nacimiento, que ninguna nación tiene derecho a obliterar.  Cada nacimiento no solo tiene que ser atendido, sino que el mero hecho de nacer entrega al naciente el derecho de tener una identidad.

Oficial, registrada, propia y excluyente. Toda persona que llega a edad escolar tiene derecho a recibir educación, no importa donde viva, en su lugar de residencia. De dónde carajos el pariente Taveras saca su derecho a excluir. El no lo tiene ni por su posición administrativa como director general de Migración, ni por su posición política, que parece sacada de Mein Kampf. Qué carajos le da a él autoridad para convertirse en un maldito troglodita fascista. Me apena y entristece que la nación dominicana sea afectada por gente incapaz de comprender la desgracia, la tristeza y la gloria de ser pobre, ocupándose primordialmente de encaminar acciones para conseguir riquezas explotando la pobreza, especialmente por cuanto son  los mismos pobres rechazados por el sistema quienes se convierten en los criminales que el sistema auspicia y luego elimina.

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