Adiós a la era de la Cuba revolucionaria

Adiós a la voz que se levantó desde el pico turquino, al coraje del cuartel Moncada, al tremendismo de Patria o Muerte, al rebelde de la Sierra Maestra, esa voz ya no se escuchará más. Adiós al verbo que encendió el mundo con la idea eterna…

Adiós a la voz que se levantó desde el pico turquino, al coraje del cuartel Moncada, al tremendismo de Patria o Muerte, al rebelde de la Sierra Maestra, esa voz ya no se escuchará más. Adiós al verbo que encendió el mundo con la idea eterna del anti imperialismo, adiós al coraje de Bahía de Cochinos, adiós a los sueños de un mundo sin imperios.

Desde otrora dimensiones los mártires revolucionarios nos observan, mientras reflexionamos ¿valió la pena tanto sacrificio? “¡…Ni un tantico así, nada!”, ya no retumbará en la conciencia de los pueblos irredentos. Me eduqué con las frases de Fidel: “El imperialismo es indefendible; el capitalismo es indefendible”.

Desde la orilla donde me encuentro, alzo mis manos en señal de despedida y le digo adiós a una época gloriosa, donde el hombre se empinó sobre su destino, lo cubrió de heroísmo, rechazó la historia escrita por los vencedores, se puso sus botas empuñó el fusil y como canta Silvio Rodríguez, “iba matando canallas con su cañón del futuro”.

Adiós Cuba amiga y hermana, Cuba solidaria, tanto que nos enseñaste. Pero hoy me despido de ti, porque nunca como ahora es necesario hacer más revolución, librar más luchas, tener más entregas, reafirmar más compromisos con los desposeídos, más rebeldías contra las injusticias, más heroísmo, más martirios, más sangre si fuera necesaria.

La bandera del imperio norteamericano se levanta en los aires de la Cuba de ayer ¿o será en la Cuba de hoy? No hemos vencido aun. El mundo necesita muchas Cubas de ayer, la Cuba del Che, la Cuba de Camilo.

El imperio pisó la tierra de Martí, con los mismos pies de Hiroshima y Nagasaki, los mismos que pisaron la Granada de Maurice Bishop, de Salvador Allende en Chile, los pies genocidas de Vietnam, Panamá y Dominicana y sus 42 mil marines.

Adiós Cuba, nosotros seguiremos, en Sierra Maestra donde Fidel trazó la senda que nunca habrá de terminar mientras existan injusticias, el camino de la revolución de la conciencia, de la diplomacia de amigos, del sueño salvador del alma. La humanidad no se cansa, el imperio está intacto, igual de perverso, igual de agresor, igual de saqueador, con ese imperio ni un tantico así, nada.

Cuba cambió su estrategia, es su derecho soberano. Mientras el pentagonismo yanqui continúa planificando contra Venezuela, Ecuador y Bolivia. Esos pies putrefactos de injusticias y muertes, caminaron la Cuba por la que muchos se sacrificaron para que sobreviviera al mundo de hoy, y se izó la bandera imperial que ha enlutado a nuestros pueblos. Gracias Cuba de ayer, adiós, te llevo bien dentro. ¡Venceremos!

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas