Agentes de la DNCD amenazan con golpear y romper cámara a periodista de elCaribe

Barahona.- Dos de un grupo de agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) entorpecieron el trabajo del periodista Juan Francisco Matos Espinosa, a quién amenazaron con golpearlo y romperle la cámara en momentos que estos procedían&#82

Barahona.– Dos de un grupo de agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) entorpecieron el trabajo del periodista Juan Francisco Matos Espinosa, a quién amenazaron con golpearlo y romperle la cámara en momentos que estos procedían a detener seis jóvenes en la cancha deportiva del  sector Savica, situada frente a la casa donde reside el comunicador.

Los agentes se presentaron a  eso de las 6:00 de la tarde de ayer a la referida instalación deportiva donde charlaban amistosamente los ciudadanos, a los que esposaron y obligaron a hincarse.

Al darse cuenta de la situación el periodista salió de su casa y se presentó a la cancha a cumplir con su trabajo, pero dos de los antinarcóticos no le permitieron entrar al lugar, amenazando con golpearlo y destruirle la cámara.

Ante esta amenaza, Matos Espinosa se situó fuera de la cancha y escuchó que un  agente  le dijo a uno de los detenidos  identificado como La Salsa  “entrega la pistola que lleva encima”,  procediendo luego  a registrarlo junto a los demás detenidos.

El periodista desde fuera vio que a La Salsa y sus amigos no tenían  armas de fuego,  ni droga cuando fueron registrados,  cosa que aprovechó una multitud que se dio cita en el lugar para pedir la libertad de los apresados.

«Todos somos testigos  de que esos detenidos no tenían armas ni droga encima, por si intentan ponerselas, cuando los lleven al cuartel», gritó una mujer.

Los antidrogas dejaron en libertad a tres de los detenidos, llevándose a La Salsa y otros dos identificados como Moreno y Jorge.

Estos dos últimos fueron liberados en el cuartel de la DNCD en esta ciudad, pero no despacharon a La Salsa, por lo que sus familiares temen que le pongan un arma de fuego y drogas, cosa que a su juicio, es costumbre entre los agentes antinarcóticos.

Cuando los agentes se marchaban con los detenidos montados en una unidad móvil, desconocidos lanzaron tres piedras, acción que fue respondida con disparos por los militares, pero nadie resultó herido.

«Nosotros todos, y usted  periodista, somos  testigos de que  ninguno de los detenidos portaba encima ni armas de fuego ni drogas al ser registrados», expresó una señora identificada como Flavia.

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