Alta peligrosidad

El día 18 de este mes apareció en los periódicos una noticia, la cual no ha sido de gran relevancia, dado los altos niveles de…

El día 18 de este mes apareció en los periódicos una noticia, la cual no ha sido de gran relevancia, dado los altos niveles de violencia en los últimos tiempos.

Un oficial, a raíz de un accidente de tránsito de él con otro vehículo, baja de su auto e inmediatamente, usando su arma de reglamento, se da un balazo en el cuello que le llevó a la muerte. En uno de los medios que revisé buscando datos sobre la noticia, hacía mención sobre que dicho oficial padecía trastornos depresivos.

Conozco un caso de una familia en la que el cónyuge es paciente bipolar, pero, como es un empresario tiene un arma de fuego, la cual solo usa guardada en su hogar. Sin embargo, una madrugada hace unos años, se despertó su esposa y lo encontró sentado en el balcón, mirando el arma. Desde ese instante hasta la fecha, le sugerí a ella convencerle de no portar dicha arma, lo que desde entonces fue decisión tomada.

Tanto la violencia intrafamiliar como ese tipo de conducta suicida no aparecen de repente, sino que se van dando episodios a los cuales no se les da la importancia requerida y, mucho menos, se toman medidas de lugar.

En los ejemplos citados vemos cómo en ambos casos hay un antecedente de trastorno emocional. Sin embargo, en ninguno de ellos, el individuo en sí había sido considerado no capacitado para portar el arma. En el segundo, gracias a Dios, no llegó a pasar nada; pero, a partir de ese momento, se tomó la decisión de que no la tuviese.

Sí considero delicado dar una licencia para conducir un vehículo de motor, el cual en manos desequilibradas puede convertirse en un arma mortal, y esto lo vemos a diario en los aparatosos accidentes de tránsito en nuestras calles y carreteras, donde tristemente hemos tenido que saber de muertes de familias completas por el manejo temerario de un conductor; cómo no deben ser las medidas a tomar a la hora de evaluar una persona y autorizarle el derecho al uso legal de un artefacto de esta naturaleza.

A las autoridades competentes les confiere hacer minucioso estudio psicológico, usando todo lo que estéal alcance en pruebas psicométricas y entrevistas, la cuales sean realizadas por profesionales competentes, y con ello cuidar vidas. Un arma de fuego no es un juego de niños.

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