Ambiente vibrante en un Quisqueya que no se llenó

En otra noche de gran rivalidad, entre viejos conocidos, la afición capitaleña hizo de las suyas para que el estadio Quisqueya tomara su esplendor de Serie Final, aunque no se llenó del todo.

En otra noche de gran rivalidad, entre viejos conocidos, la afición capitaleña hizo de las suyas para que el estadio Quisqueya tomara su esplendor de Serie Final, aunque no se llenó del todo.Mientras los fanáticos ingresaban al estadio profesional más viejo de esta isla caribeña, los grupos de aficionados comentaban sobre sus aspiraciones del juego, los que vestían de color amarillo hablaban de ‘acabar con el equipito’, en tanto que los azules decían ‘venimos a desplumar a las aguilitas’.

Un “mar de gente” se apoderó de las taquillas desde tempranas horas, para conseguir su boleto y ver el segundo juego de esta última fase del torneo de béisbol invernal dominicano 2016-17. Otra gran parte cayó en manos del “Mercado Negro”, que ayer nuevamente hizo su agosto, con precios que casi triplicaban el original. Muchos entienden que el parque no estuvo a capacidad por esa razón.Lo mismo sucedió en Santiago el jueves. “Donalds, donalds, calienticas para amortiguar el golpe, si es liceísta, se endulza la vida, si es aguilucho se va tranquilito a su casa”, vociferaba entre la multitud Gregorio Cabrera, uno de los vendedores que se encontraba en las afueras del estadio y que ha trabajado en el mercado negro, negociaba frituras y ahora vende donalds. “En esta serie se pica, hoy hice 200 rosquillas. Se van todas y hacen falta… 20 años que no veía los equipos tan fuertes como ahora”, añadió Cabrera.

En las graderías, los ánimos tomaron revuelo, los gritos de los amarillos se aglomeraron del lado derecho del estadio, agitando las banderas en señal de victoria, pero en esta ocasión su ruido fue reducido ante el estremecimiento de los tambores de los azules y la algarabía de los capitaleños, ‘Somos liceístas de corazón’.

Una rivalidad que transciende desde generaciones, Águilas y Tigres volvieron a encender el parque de la capital. “Soy fanático del Licey, eso viene desde chiquitico y fue gracias a mi mamá”, dijo William Sena.

Otros fanáticos, ahora convertidos en jugadores, no escondieron su alegría de vivir por primera vez desde el terreno el duelo entre ambos conjuntos. “Antes lo veía en la televisión, ahora estoy viviendo esta gran rivalidad desde el terreno de juego. Esto apenas está comenzando, tenemos que seguir trabajando y tratar de llevar la corona número 21 a Santiago”, expresó Ronny Rodríguez, jugador de las Águilas que para la última serie final entre ambos conjuntos en la campaña del 2007-08 contaba con apenas 15 años. De su lado, Mel Rojas Jr expresó que tenía 17 años la última vez que Águilas y Licey se enfrentaron en una final. “Me siento tan contento de jugar esta serie. En el terreno de juego son mis rivales aunque afuera sean mis amigos. Nos sentimos preparados para jugar contra las Águilas y ganarles”, indicó Rojas Jr.

Yermín Mercedes se reintegró con el Licey

El receptor Yermín Mercedes se reintegró al equipo de los Tigres tras recibir el permiso de su organización los Orioles de Baltimore para accionar en la serie final. Mercedes fue prohibido de jugar por los Orioles debido a una lesión del pulgar izquierdo que sufrió a mediados de la serie regular pasada.

“Ya estoy aquí, me quedo toda la serie final y si es posible la serie del Caribe”, manifestó Yermín, quien participó en 12 partidos en la temporada regular pasada. Mercedes estuvo con el conjunto azul en las prácticas de bateo.

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