“Fue más mental que otra cosa”, empieza a relatar Indhira Brito, una joven que bajó 25 libras en tres meses gracias a una dieta que le exigía consumir una cantidad determinada de calorías. Tuvo que voltear el rostro y apretar su boca ante la comida rápida, como las empanadas y “chimis”, su talón de Aquiles. Al día debía consumir estrictamente 1900 calorías, nunca más. Nada de refrescos ni dulces, al principio. “Si hacía algún retroceso se descontrolaba todo el proceso. Todo tenía que ser a su hora y lo que me tocaba”.
Las calorías son necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Si la definimos asociada a la Física, decimos que es la cantidad de calor requerida para elevar la temperatura de un gramo de agua en un grado centígrado. En nutrición, es menos complicado. Se calcula como el poder energético que tienen los alimentos. Por eso, aunque en principio suene descabellado y neurótico estar pendiente de las calorías de lo que comes, lo cierto es que vale la pena por los resultados, que no sólo se traducen en la reducción de grasa corporal y disminución de peso, sino en un nivel de azúcar estable, una presión arterial normal y un colesterol sano.
Hay que estar claro para no confundir lo que es sano para la salud y no caigas en un extremo que más que beneficiarte, te perjudique. El equilibro es la clave del éxito en esta receta alimentaria. Así lo entiende la Nutrióloga Taiana Ubiñas, quien recomienda que: “a la hora de llevar una alimentación para bajar o subir de peso lo que vale es que la dieta (que es todo lo que se consume en un día) sea equilibrada y balanceada, y que esas calorías sean las justas de los nutrientes que el cuerpo necesite, porque la mayoría de las veces , se hacen “dietas” hipocalóricas que son mas dañinas que beneficiosas , porque cuando no se le suministra al organismo las calorías necesarias este toma las reservas y puede afectar la salud”.
Enséñame a contar
Como quien se aprende las vocales, hemos aprendido a repetir que la dieta está basada en 2,000 calorías. No es cierto ni falso. Lo exacto es que eso va a depender del sexo y la edad de la persona. La doctora Ubiñas explica que esta cifra es muy general y que lo que importa es que el paciente conozca, ya sea a través de un profesional o por su misma investigación, cual es su metabolismo basal “que es el consumo calórico mínimo que necesita un organismo para realizar sus funciones vitales básicas”, explica Ubiñas.
Una vez sepas cuántas calorías requieres, es más fácil calcular qué debes consumir y las proporciones. Todos los alimentos llevan en sus empaques la etiqueta con sus valores nutricionales por porción. La nutrióloga ilustra que 1 gramo de carbohidratos da 4 calorías; 1 gramo de proteínas nos da 4 calorías; 1 gramo de grasas o lípidos da 9 calorías y 1 gramo de alcohol aporta 7 calorías. Fíjate siempre en los detalles: “es de importancia que sepamos que cuando vemos en alguna etiqueta que ese producto tiene ejemplo: 40 calorías, debemos ir directamente a cuantas raciones por producto tiene, porque muchas veces los empaques tienen mas de una ración, por lo que, si este mismo tiene 3 raciones entonces no serían 40 sino 120 calorías reales”, asegura la nutrióloga.
No tengo tiempo
El motivo de todos los males es la falta de tiempo. Justificable o no, hay una salida para los que están siempre en “rush” y se achacan a la falta de tiempo el motivo de, en este caso, su mala alimentación. Los especialistas en nutrición recomiendan a sus pacientes comer varias veces al día, al menos cinco veces. Indhira Brito confiesa que al principio le parecía una locura: “comía seis veces por día, incluyendo una merienda a las 10 de la noche”. Hasta que entendió que esto favorece a acelerar el metabolismo. “Como todo está calculado, no aumentas de peso”, dice.
Ubiñas también aconseja comer de su casa. “Yo recomiendo a mis pacientes es que traten de hacer las comidas en sus hogares, esto servirá para llevar una alimentación más adecuada y en las cantidades que su cuerpo lo amerite, con una combinación de carbohidratos y proteínas adecuadas. El plus de vitaminas que lo tenemos con las ensaladas, esto como plato de almuerzo. Se deben tener muy en cuenta las meriendas, que si el trabajo es de mucha demanda energética, pueden ser barras de granola, frutos secos etcétera”.
