En el tiempo que tenemos viviendo en Santo Domingo, hemos logrado mantener presencia activa en las principales actividades culturales que se han venido desarrollando. En ese sentido, cabe destacar que son numerosas las exhibiciones de arte que se presentan al año, inaugurándose incluso varias muestras en el mes.
En todo esto, la Asociación Nacional de Galerías de Arte ha jugado un papel decisivo, pues se ha dado a la tarea de organizar y sistematizar la puesta en escena de las obras, al tiempo de brindarle la oportunidad a varios exponentes. En un mes, de manera simultánea, decenas de artistas logran presentar sus trabajos y esto, sin duda, no sólo permite la vigencia del ente creador, sino también la del galerista.
Con frecuencia, muchos de los artistas se quejan de las condiciones que establece el galerista para manejar sus producciones, esto sin tomar en cuenta la inversión que realiza quien está al frente de la galería, además del gasto fijo que supone este tipo de negocios. A nuestro modo de ver, resulta admirable la forma en que los denominados galeristas logran mantenerse en el mercado local, toda vez que la mayoría de los artistas procuran vender sus trabajos de manera directa.
Sin embargo, la mediación en este tipo de negociaciones tiene sus ventajas, siempre que se realice de forma consensuada, pues de este modo el artista se dedica a crear libremente, mientras que la otra parte se encarga de la venta. Esto influye incluso en el posicionamiento de la obra, en tanto que el galerista cuente con una adecuada programación de trabajo.
El hecho de que esté vigente la Asociación Nacional de Galerías de Arte permite que haya mayor compromiso para la promoción del arte por lo que los artistas deberían conservar la confianza en el galerista para una mejor coordinación en lo relativo a la comercialización de sus trabajos. Siendo así, estamos seguros de que en esta edición el circuito de galerías nos mantendrá atentos a nuevas propuestas con la esperanza de que las ventas se consoliden.
