El sábado fue un día gris para la lucha contra la violencia de género: murieron asesinadas dos mujeres en distintas circunstancias. Una de ellas fue identificada como Cherilin Arias Delgado, de 25 años de edad. Esta mujer fue hallada sin vida en una habitación del hotel Hermanos de la Rosa, ubicado en la avenida Isabel Aguiar, del barrio Buenos Aires, del sector Herrera.
Su cuerpo presentaba heridas de balas. De su muerte se acusa el señor Alfredo Mata Almánzar, de 52 años. La Policía dijo que para matarla, Arias Delgado utilizó la pistola marca Tanfolio, número G31203, calibre 9 milímetros, “cuya procedencia se investiga”, dijo la Policía.
No se informaron los motivos que tuvo Mata Almánzar para cometer el hecho. La segunda mujer asesinada fue reconocida solo con el nombre de Julissa, también de unos 25 años.
A esta joven supuestamente la mató su concubino identificado como Koki.
A Julissa la hallaron muera en la casa número 10, ubicada en la parte trasera de la calle principal del barrio Bella Vista, en la comunidad de Guerra. Fue eliminada a puñaladas en diferentes partes del cuerpo, que según testigos se las ocasionó el tal Koki en circunstancias que aun se investigan.
El asesino de esta mujer todavía está prófugo. La Policía lo busca para apresarlo y someterlo a la justicia. El año pasado, más de 200 mujeres fueron ultimadas por sus esposos, novios o amantes.
Y aunque no murió de manos de ningún verdugo, la muerte de Luz Mercedes Peña Torres engrosó el listado de las muertes trágicas el pasado fin de semana.
Esta señora de 31 años falleció a causa de trauma contuso en la cabeza, que recibió de manera accidental al caer de espaldas mientras se bañaba en el balneario Ribera, situado en el kilómetro 31 y medio de la carretera que comunica con las comunidades Yamasá y Guanuma.
La Policía investiga la forma en que murió esta mujer.
