La Junta Central Electoral (JCE) sigue incorporando novedades en la administración de las elecciones, en busca de hacer más eficiente dichos procesos. A partir de las elecciones presidenciales del 2008, se instaló un sistema automatizado de escaneo, transmisión e impresión de las actas electorales, que permitió agilizar el tiempo para la obtención de resultados electorales. Para las elecciones que deberán llevarse a cabo en 43 días, se incorporará otra novedad, que consiste en implementar por primera vez en el país el registro y el escrutinio electrónicos.
La aplicación de tecnología en el escrutinio realizado en cada colegio electoral buscará enfrentar los múltiples problemas generados luego del cierre de las votaciones y a la hora de contar los votos por parte de los miembros de las mesas y los delegados de los partidos. Estos problemas han sido especialmente graves en las elecciones congresuales, ya que dada la complejidad de este nivel de elección, el escrutinio manual siempre ha sido muy lento y ha estado cargado de errores, como lo han evidenciado la cantidad de actas descuadradas o los conflictos generados entre partidos porque algunos entienden que su votación no ha sido respetada.
Un aspecto esencial respecto a esta nueva tecnología, es que la misma goce de la mayor confianza posible entre los distintos actores de la democracia, tanto políticos como sociales. En tal sentido, debería primar en la JCE una disposición de absoluta transparencia y rendición de cuentas sobre todo lo concerniente a la aplicación del escrutinio electrónico. La demanda de información hecha por la sociedad civil y la dirigida a revestir de una mayor confianza esta iniciativa, no puede entenderse como una crítica al órgano electoral o a la organización de las elecciones. Todo lo contrario, mientras más se conozca la manera en que operará este nuevo sistema, más apoyo ciudadano tendrá.
Con la llegada de las primeras 2,400 unidades de Registro y Escrutinio, el órgano electoral anunció que comenzará la realización de pruebas. Sin embargo, existen inquietudes que tienen que ser atendidas, como si las boletas requerirán de una marca especial para poder ser leídas por las unidades de escrutinio, si las baterías de los equipos contarán con un tiempo de carga suficiente o si estamos a tiempo para capacitar al personal requerido. Por otro lado, la JCE deberá responder a Participación Ciudadana sobre su solicitud de una auditoría independiente que permita certificar la seguridad de esta tecnología y la de seleccionar un porcentaje de las mesas, para hacer un conteo manual que permita contrastarlo con los resultados que arroje el escrutinio electrónico.
