La baja que produjo el Banco Central (BC) en sus tasas de interés es bien vista por economistas y constructores de viviendas, pero los primeros dicen que eso no es suficiente para dinamizar la economía.Los economistas consultados coinciden en que las autoridades monetarias tienen un elemento que no está de su lado y que va más allá de reducir las tasas de interés. Tiene que ver con la incertidumbre que provoca saber que se producirá en lo adelante una reforma fiscal, un tema que tiene resentida la actividad privada y a quienes desean tomar un préstamo, porque no se sabe con exactitud “por dónde vendrá la cosa”.
El pasado jueves, el BC, en su reunión de Política Monetaria redujo en 50 puntos básicos su tasa de interés de política monetaria (Overnight), de 5.50% a 5.00% anual y 50 puntos básicos en la tasa lombarda, al situarla de 7.50% a 7.00% anual. El objetivo de esa medida es producir un efecto positivo en la economía, motivando a que los bancos reduzcan también sus tasas de interés y la gente se motive a buscar préstamos. El economista Alejandro Fernández recordó ayer que es la tercera vez que el organismo baja la tasa de interés -de mayo a agosto- y dijo que realmente la actividad privada está muy resentida, con un nivel de incertidumbre alto, especialmente frente a la inminente reforma fiscal y los ajustes que pudieran venir, por el lado de la tarifa eléctrica y del gasto público, en general. “Si uno observa el nivel de crecimiento de crédito, en términos anuales, nota que se ha producido un declive como si fuese por un precipicio y el Banco Central está tratando de reaccionar para que eso no sea tan así y la gente se motive”, dijo Fernández.
Y agregó que “hay mucha renuencia de la gente a tomar préstamos en los actuales momentos por la incertidumbre de sus ingresos y porque ven que a veces esas tasas en los bancos no son muy estables en el tiempo. Lo otro es que nadie se involucra en un proyecto nuevo si no le queda claro cuál será la carga impositiva que tendrá que pagar”.
El economista Jaime Aristy Escuder, opinó, desde otro escenario, que la decisión de BC busca dinamizar la actividad económica, principalmente estimulando la demanda del sector privado, sea la de consumo o la de inversión. “La gran pregunta que habría que hacerse es si es compatible con la política fiscal, y lo que se ha visto es que la política fiscal es incompatible con esa política monetaria, porque en la fiscal está dado el déficit público, que supera en términos anualizados los cien mil millones de pesos y está demandando una gran cantidad de fondos prestables”, apuntó Aristy Escuder.
Sostuvo que al demandar una gran cantidad de fondos prestables se ha visto un desplazamiento del sector privado, de la fuente de financiamiento y por eso, aún cuando las tasas de interés bajan, el sector privado no está adquiriendo esos financiamientos para promover su crecimiento, sino que quien está adoptando el financiamiento es el sector público.
“De manera tal que si se quiere aplicar de verdad una política de reducción de tasas de interés que estimulen la inversión y el consumo del sector privado y que se reactive la economía, habría que disminuir el déficit público para de esa manera librar fondos prestables que puedan ser absorbidos por el sector privado. De esa manera es que podrá generar un mayor crecimiento económico, creación de empleos y mejoras en el nivel de bienestar de la población”, sostuvo.
De su lado, el economista Bernardo Fuentes dijo que “las autoridades monetarias hicieron lo que tenían que hacer” y que la inflación está muy baja con relación a lo que es la meta. “Ellos tienen el espacio para tratar de incentivar la economía. Tú sabes que el sector financiero no se arriesga a asumir compromisos al borde de una reforma fiscal. Andan buscando compensar un poco la restricción que impondrá una nueva reforma sobre la economía, y para ello buscan establecer una política monetaria más flexible”, sostuvo Fuentes.
Elena Viyella sugiere monitorear resultados
El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Vivienda, Fermín Acosta, sostuvo que la baja en las tasas de interés en las entidades financieras se traducirá en un dinamismo del sector construcción. Mientras, la empresaria Elena Viyella dijo que las medidas son positivas y correctas, para lograr dinamizar la economía. Sin embargo, planteó que “debemos dar seguimiento para monitorear sus resultados y evaluando qué más debemos hacer para incentivar la inversión en sectores productivos”.
