Bolívar Valera es Ray Charles

coordinación Sarah Carrasco / texto Leandro A. Sánchez / Fotos Franklin Marte Manejo Digital /Anyohmiy Regalado / chaqueta Confección de María Reyes

coordinación Sarah Carrasco / texto Leandro A. Sánchez / Fotos Franklin Marte

Manejo Digital /Anyohmiy Regalado / chaqueta Confección de María Reyes

Camisa y corbatín Formale / Lentes Optimax / Micrófono TM Music

Locación Conservatorio Nacional de Música 

Aunque varios años avalan su trayectoria en los medios, es uno de los rostros que integran la nueva generación de comunicadores dominicanos que día tras día se levantan a dar lo mejor de sí.

“A veces, el predisponernos no permite que veamos las oportunidades que tenemos por delante”.

Los inicios de nuestro entrevistado, Bolívar Valera, se remontan a sus casuales intervenciones telefónicas en los programas radiales “El pie derecho”, “Botando el golpe” y “El mismo golpe”, (los dos últimos liderados por Jochy Santos). Este fue tan sólo el inicio de su carrera. Desde entonces, se ha paseado por importantes escenarios dominicanos como presentador, locutor y animador. “Más Roberto”, “Ahora es” y “El mañanero con Boli”, su proyecto personal más reciente, que se transmite de lunes a viernes de 7:00 a 9:00 a.m., por KQ 94.5 FM, son tan sólo algunos de ellos.

Sus ansias de cumplir cada meta que se propone lo han llevado, incluso, a probar suerte en el mundo del cine y el teatro, gracias a las obras “Pánico en el Oeste” y “Me dejó por Nueva York”, así como los filmes “Megadiva”, “Mi angelito favorito” y “I love bachata”, por citar unos cuantos.

Para nadie es un secreto que ha utilizado las redes sociales para sumar miles de adeptos, especialmente en Twitter, donde al momento de realizar esta entrevista tenía unos 386.000 seguidores que comparten su famoso hashtag  #bolisofia, con el que intenta buscar la sabiduría en la vida diaria y compartirla con todos. Para él, son experiencias vividas y “bebidas”.

En nuestra edición de julio, dedicada especialmente a los hombres, nos dimos la tarea de transformar al “Boli” en una de las leyendas más grandes que ha dado la música universal, el mítico Ray Charles. ¿El resultado? Sean ustedes, el jurado.

Siendo niño, Ray Charles quedó ciego, una condición que para muchos podría ser una gran limitante, pero para él no lo fue. ¿Te ha impedido algo o alguien alcanzar una meta?  Hasta ahora, mis metas las he ido cumpliendo paso a paso.        Construyo mis ideas y luego que están lo suficientemente maduras las ejecuto. Gracias a Dios nada que no pueda superarse ha interferido en mis planes.

Aunque lo que más apren-día en la escuela era música clásica, Charles mostró un interés por el jazz y el blues cuando escuchaba la radio. ¿Te gusta llevar la contraria? Sí, aunque no literalmente. Lo que pasa es que nunca me ha gustado ser borrego, es decir, ir por el mismo camino que otros han decidido tomar.

Fue criticado por interpretar canciones del género góspel con letras populares. ¿Te has sentido atacado en algún momento? Por supuesto. Cuando inicié el segmento “Los consejos del Boli” en el programa televisivo “Más Roberto” fui muy criticado por el papel que desempeñaba, al punto de que muchos querían usar esto como excusa para hacerme daño.

En el 2009,  la revista Rolling Stone publica la lista de los 100 mejores cantantes de la historia, elegidos por artistas y personas relacionadas a la música. Entre todos ellos, Ray fue nombrado como el mejor cantante masculino y como el segundo mejor cantante de todos los tiempos, sólo superado por Aretha Franklin. ¿Cuál sería el mayor reconocimiento que pudieses recibir? El orgullo que sienten mis padres por mí. Además, que mi hijo no baje la cabeza cuando mencionen mi nombre; ese sería también otro importante reconocimiento.

En 1951 obtiene su primer top ten, gracias a “Baby, Let Me Hold Your Hand”. ¿Cuál consideras tu gran paso al mundo del entreteni-miento? Mi primer gran paso fue poder independizarme y poner mi programa de radio. Ahora me gustaría hacer radio en Nueva York.

 Influyó decisivamente en la vida y carrera artística de otros músicos de generaciones posteriores. ¿Cómo te gustaría ser recordado? Con una sonrisa, que cuando mencionen mi nombre todos sonrían.

“Nunca me detuve en la piel de las personas. Si quería ver a un hombre o a una mujer, quería llegar a ver su interior. El ser distraído por los colores o formas es estúpido. Es algo que yo simplemente no puedo ver”, expuso el maestro en una ocasión. La sociedad actual es muy de apariencias. Se niegan muchas oportunidades por esta razón… Creo que cada quien se autolimita.

A veces, el predisponernos no permite que veamos las oportunidades que tenemos por delante.

Ray tuvo que luchar, aparte de su discapacidad y pobreza, contra las injusticias raciales de la época. Y tú, ¿por qué causas luchas? Mi causa actual es que los que trabajan conmigo y los que me vean, entiendan que sí es posible lograr sus sueños trabajando honestamente. Que no es cierto que la juventud esta pérdida, o que es muy difícil para los jóvenes insertarse en los medios de comunicación. Hacerles entender que todos somos iguales, la diferencia está en qué tanto nos esforcemos por conseguir lo que anhelamos.

Uno de sus grandes talentos era la improvisación, habilidad desarrollada a raíz de su condición de no vidente. Como presentador, ¿recurres a este recurso? Más que una imposición, le dejo a la espontáneidad la responsabilidad de que las cosas fluyan. Hay tres guiones: el escrito, el que tienes en la mente y el que surge mientras estás haciendo el trabajo. El último es el que más uso en mi diario vivir. 

Reconocimiento

Su popularidad en las redes le hizo merecedor en el 2012 de un Twitt Awards RD como Twittero Relevante del Año, gracias al voto del público. 

Una leyenda viva

Para muchos, la música simplemente queda en aquella definición que nos hacen memorizar en la escuela: es el arte de bien combinar los sonidos y silencios con el tiempo. Ahora bien, aquellos que han logrado entender su significado e interiorizarlo, han podido, gracias a su poder e ingenio, cruzar una de las mayores fronteras de la humanidad, la del tiempo.

Es el caso de Ray Charles, quien con este pode-roso instrumento logró encantar a toda una legión de seguidores, quienes al día de hoy tararean y entonan con el mismo fervor de su epoca sus letras y melodías.

Nacido en Albany, Georgia (1930), este cantante, ins-trumentista y compositor estadounidense es considerado una de las figuras más relevantes de la música del siglo XX. Su eclecticismo a la hora de disponer las notas en el pentagrama ha hecho difícil catalogar sus cientos de grabaciones que le merecieron doce premios Grammy.

Su historia es un vivo ejemplo de superación, en el amplio sentido de la palabra. Su ceguera, el haber perdido a sus padres a temprana edad y su pobre condición económica no fueron obstáculos para conjugar virtuosamente el rhythm, blues y rock & roll, sin olvidar el jazz y otros estilos como el country, la opereta, el góspel o el pop. ¡Y qué decir de su voz! Singular y reconocible por todos; rota, marcada, trágica, melodiosa. Sin duda, uno de sus mejores dotes. 

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