Les invito leer a continuación este trabajo escrito por el reputado médico-siquiatra dominicano Carlos de los Ángeles: “Aprendí de mi padre la afición de las peleas de boxeo”.
He sido testigo de peleas de categoría mundial con nombres tan sonoros como Muhammad Alí, George Foreman, Joe Frazier, Marvin Hagler, Sugar Ray Leonard, Roberto (Mano de Piedra) Durán, Félix –Tito- Trinidad, Manny Pacquiao, Joan Guzmán, Elio “Enai” Rojas, Félix Díaz Guzmán, por mencionar algunos.
Reconozco que la gravedad potencial de las lesiones que sufren algunos de los boxeadores, debido a micro hemorragias cerebrales, como en el caso de Alí, quien hace muchos años sufre la enfermedad de Parkinson, ocasiona que muchas personas se opongan a reconocer al boxeo como un deporte.
Confieso que los boxeadores que basan su carrera en la rudeza y no en el estilo, como Mike Tyson, no son los de mi predilección, pues siempre me cautivó la destreza, inteligencia, resistencia y velocidad de Muhammad Alí, Sugar Ray Leonard, Oscar de la Hoya o Marvin Hagler. Desde hace varios años me ha dado por escudriñar el boxeo como una metáfora de la vida.
Una metáfora es un tropo del lenguaje en el que se hace una comparación entre dos términos que aparentemente no guardan relación entre sí, como por ejemplo, decir “tus ojos son dos luceros”, para significar que una bella mujer tiene unos ojos brillantes y llamativos. No solo los escritores usan metáforas, también las usan los científicos, los sociólogos, los enfermos mentales y los políticos.
Son algunas conclusiones
Estas son, a grosso modo, algunas conclusiones de mis disquisiciones metafóricas-boxísticas.
El boxeador requiere de una ardua preparación en la que prima una dieta balanceada, una rutina de ejercicios físicos y largas horas encima del cuadrilátero.
Asimismo, para la vida tienes que prepararte con un riguroso plan de estudio, desarrollar una personalidad fuerte y armónica, así como también una fina estrategia para insertarte en el mundo laboral”.
